HOTEL COL.LECTIU ESCÈNIC ESTÁ AQUÍ
Lorena Nogal ha llevado esta tarde su curiosa propuesta camaleón ‘Aquí’ al ciclo Tabakalera Dantzan, dentro de la 85º Quincena Musical de San Sebastián. Allí estuvimos y esto nos ha parecido…
Texto_OMAR KHAN
San Sebastián, 14 de agosto de 2024
Resulta de lo más revelador y pertinente que una pieza cuyas pretensiones son generar distintas lecturas según el espacio en que se presente se llame Aquí. Pero eso no lo entiendes hasta que ves en dos espacios distintos este polisémico trabajo del joven colectivo catalán Hotel Col.lectiu Escènic, que hoy por la tarde ha bailado esta coreografía de Lorena Nogal en la Sala Prisma del fantástico edificio Tabakalera, como parte del ciclo Tabakalera Dantzan, insertado en la programación de la 85º Quincena Musical, de San Sebastián.
Sala acristalada en el quinto y último piso, con acceso al exterior desde donde se divisa un bonito fragmento de Donostia, la versatilidad del espacio permitió esta tarde que la puesta de sol fuera acertada y emocionada iluminación natural para esta coreografía extraña e inquietante, que ésta vez terminó con sus cinco intérpretes fuera, contemplando hieráticos el horizonte.
No obstante, la misma coreografía, bailada en el Museu d’Art de Girona, dentro del Festival Temporada Alta, en noviembre del año pasado, parecía otra siendo la misma. El contexto de recogimiento de aquella sala imponente, llena de cuadros católicos e imágenes sacras, empujaba la imaginación hacia derroteros muy concretos que nos hacían ver al dúctil bailarín Rober Gómez como San Sebastián atravesado por las lanzas en esa imagen en la que le han insertado múltiples varas (en la foto superior), pero que ahora la mente ha dibujado como el miembro pasivo de un acto de dominación sexual femenina. No deja de ser sorprendente y la doble lectura no hace más que engrandecer una propuesta que ya nos parecía grande.
Aquí es aquí
Ahora lo sabemos, el tema principal y centro neurálgico de Aquí es el espacio, lo que justifica su título, porque es propuesta camaleónica que cambia según donde se baile. Claro que hay unas esencias que siempre permanecen. El ritmo y actitud ceremonial. Las relaciones malsanas de un grupo que no parece tener afecto por el otro. Esos aires de dominación y sometimiento. La responsabilidad en la creación de esa atmósfera enrarecida que tiene el espacio sonoro diseñado por Manuel Rodríguez, que se balancea desde los ruidos inquietantes hasta las percusiones tribales de su certero final. Los códigos de una danza, el método kova, cultivado por Nogal, bailarina con asombroso dominio y control corporal, que es a su vez colaboradora y musa del precursor de este lenguaje, Marcos Morau, en la exitosa Compañía La Veronal, de Barcelona.
En esta propuesta de Hotel Col.lectiu Escènic, un grupo en el que convergen distintos talentos, el tamaño sí importa. En la amplitud de aquella sala del museo de Girona, el público tenía opción a seleccionar, podía recorrer libremente el espacio donde ocurrían acciones múltiples y detenerse donde quisiera. En Tabakalera, no. Toda la acción ocurre frontal en su diáfano espacio. La diferencia está en que en que en el primer caso asistimos a una obra fragmentada que, por decirlo de alguna manera, terminamos de construir en nuestra cabeza. Y ahora se nos presenta concentrada, ordenada, siguiendo una lógica narrativa en su dramaturgia.
Lorena Nogal, artista a seguir la pista, puede estar satisfecha. Su tesis funciona. Su obra puede ser seriamente modificada y transformada por el espacio y el entorno, sin dejar de ser lo que, en realidad, es. Todo un hallazgo. Sería pertinente y concluyente, nada disparatado y del todo fascinante que un mismo festival la contratara para ser vista por el mismo público en días consecutivos en dos espacios distintos y contrastados. Pero ya se sabe… a los programadores de danza de este país ni les menciones la palabra riesgo.
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