TAlta2

DOMINGO DE FASCINACIÓN E INDIGNACIÓN

Lo primero nos lo produjo Lorena Nogal. Lo segundo, la argentina Marina Otero. Fueron las dos coreógrafas que acapararon la atención ayer en el Festival Temporada Alta. Léelo…

 

 

Texto_OMAR KHAN

Girona, 20 de noviembre de 2023

Alcanzando su cénit, el largo y diversificado festival escénico Temporada Alta, de Girona, presentó ayer domingo a dos coreógrafas en las antípodas. Por la mañana, cedió a Lorena Nogal una espléndida sala del Museu d’Art de Girona, para la representación de su fascinante y enigmática propuesta Habitació 444: AQUÍ, con el Hotel Col.lectiu Escènic (en la foto). Por la tarde, ubicó a la bailarina y creadora argentina Marina Otero en la acogedora Sala La Planeta, donde representó su unipersonal de rabia y lamentación Love Me (foto inferior), que se presenta como una secuela de Fuck Me, trabajo colectivo sobre la masculinidad tóxica,  que fue visto en este mismo festival hace dos años.

Intuimos que Habitació 444: AQUÍ fue creada pensando en que cada vez que se activa, hay una parte variable que es responsabilidad del espacio en que se presenta. Lorena Nogal, mejor conocida como musa y ayudante de dirección de Marcos Morau en La Veronal desde 2005 (con la precisión acostumbrada, había bailado la noche anterior Firmamento, lo nuevo del célebre creador valenciano, en este mismo festival) firma este trabajo que adquiere una lectura específica para la sala del Museo de Girona, generando una convivencia y conexión –que no parecen forzadas- entre cinco bailarines inequívocamente contemporáneos, ella incluida, con esos retablos cristianos de los siglos XIV y XV que habitan regularmente este espacio.

Asegura la autora que una de las intenciones de este trabajo es explorar la resonancia de los cuerpos en esos distintos espacios. Y cualquiera diría que la obra fue expresamente creada para ese lugar, al que de veras parece pertenecer. Es obvio que el lugar condiciona la mirada del espectador que, de manera consciente o no, establece relaciones y llega a conclusiones razonables para sí mismo como conectar a San Sebastián con el cuerpo del bailarín Álvaro Esteban, que ha sido atravesado por esas varas que le ha incrustado otra bailarina. Fuera de esa sala, de ese contexto y en otro lugar, quizá tendríamos otra lectura de la misma escena, gracias a las sugerencias ofrecidas por otro espacio. Y eso sería el triunfo definitivo de la propuesta.

En cualquier caso, donde quiera que se exhiba, la obra traerá consigo lo que es suyo: esa carga enigmática, esa propensión a la contemplación y esa indiscutible belleza formal en las imágenes. Nogal maneja con habilidad los cuerpos en el espacio y lo más importante, crea tensiones dramáticas y edifica atmósferas enrarecidas a partir de ellas (siempre en complicidad con el eficaz espacio sonoro creado por el también coreógrafo Manuel Rodríguez). El trío femenino jugando y arrastrando esas varas en el suelo áspero de aquella sala catedralicia se va pegado a la retina del espectador y sigue retumbando su chirriar acompasado en los oídos.

 

TAlta3

 

¿Love Me?

En otra galaxia del espectro creativo se ubica Love Me, de Marina Otero. Su presencia en el festival tiene lógica, en tanto que Love Me es la continuación de Fuck Me, ya vista aquí, al parecer con éxito. De otra manera, sería inexplicable. En aquella primera parte nos soltó Otero, en estricta primera persona, un discurso furioso sobre su decepción con los hombres y las relaciones, haciéndose acompañar por cinco llamativos machos desnudos, que le servían para escenificar su venganza de feminismo al revés, en la que se permitía machacarlos, destrozarlos y humillarlos, al tiempo que nos contaba cómo el proceso de esta misma creación, lo vivió inmóvil, impotente y frustrada desde la cama de un hospital de Buenos Aires, ciudad donde vivía y padecía (ahora ha “huido” a Madrid, según nos confiesa).

Love Me cuenta, básicamente, lo mismo. Los mismos conflictos, los mismos odios, las mismas rabias y pataletas, las mismas paranoias violentas, iguales decepciones múltiples con los hombres. Solo que ahora ya no hay machirulos para humillar, y tenemos a la bailarina sentada quietecita todo el rato, en semipenumbra y en completo silencio, mientras nos vemos impelidos a leer un soliloquio sin fin que se va proyectando en una pantalla durante, nada más y nada menos, que 45 cronometrados minutos. En los quince restantes, la bailarina se entrega, eso sí, a una danza enfurecida y alocada. Dice que improvisada.

Por mucha reflexión que le echemos y buena voluntad que le pongamos, resulta difícil encontrarle un sentido. La literatura tiene su medio natural en los libros. García Márquez no nos convocó al teatro para proyectarnos el texto de Cien años de soledad sino que nosotros compramos el libro y nos lo llevamos a casa. ¿Por qué Marina Otero no publicó un libro? ¿Por qué nos ha llevado a la sala para sentarse frente a nosotros, sin siquiera mirarnos, mientras leemos su soliloquio, una vomitona de tres cuartos de hora llena de resentimiento y amargura que, encima, vuelve sobre una historia que ya conocíamos porque nos la contó, con menos texto y más danza, en Fuck Me?

Ella y su dramaturgo, Martín Flores Cárdenes, intentaron explicarnos sus razones en un opaco encuentro con el público al final de la representación. Pero no resultaron en absoluto convincentes, achacando la quietud en parte a la pandemia, sin muchas más argumentaciones y sí mucho titubeo. Tampoco supieron responder a la pregunta más lógica y sensata que surge después de ver Love Me, para la que ya deberían tener una respuesta preparada: ¿Pensabais vosotros en el público cuando tomasteis la decisión de ponernos a leer un texto durante 45 minutos?

ESPECIAL DANCE FROM SPAIN 2023

Dance from Spain 2023
Descargar

Revista MTD Legacy, Academia de Teatro y Danza de la Universidad de las Artes de Ámsterdam 

Cover DFS 2021
Descargar

SUSCRÍBETE AL BOLETÍN

 

Suscríbete a susyQ

¡Y recibe la revista en tu casa!
Puedes pagar con Paypal o con  tarjeta de crédito:
 

Suscripcion SusyQ

 

Artículos

MARIUS PETIPA

marius petipa susyq
La hegemonía del coreógrafo

Hace doscientos años nacía Marius Petipa, el marsellés que sentó las bases de la escuela rusa de ballet en sus 40 años de poder absoluto dentro del Ballet Imperial Ruso. El mundo entero celebra este año al autor de El lago de los cisnes

Leer más...
 

HABLA JÉRÔME BEL

entrevista jerom bel

Intento llevar al límite lo teatral

Entrevista a Jérôme Bel,  de sus obras y de su radical pensamiento hablamos con él

Leer más...
 

SILICON FREE

Holland Festival Septuagenario
Septuagenario

El 70 aniversario del Holland Festival supuso la despedida de su directora Ruth Mackenzie, desde ahora al frente del Teatro Châtelet de París

Leer más...
 
Volver