DEIDAD OFÍDICA
Un ser medio mujer y medio serpiente con una cola plateada de 22 metros ocupa hoy y mañana la Sala Cuarta Pared. Eduardo Vallejo, director de Ogmia, trae a esta sala su creación ‘Spira’. Nos lo ha contado…
Texto_OMAR KHAN Foto_ALBA MURIEL
Madrid, 18 de noviembre de 2025
Melusina, personaje mitológico europeo pre-cristiano, quizá de la tradición celta, es un hada acuática que, como las sirenas, tiene el cuerpo mitad humano y mitad serpiente. Se inmiscuye entre los hombres al casarse con un caballero al que ofrece reputación y riqueza bajo la única condición de que nunca la podrá ver en su forma original. Desde luego, el humano no cumple. Sobre esta ancestral deidad ofídica nos habla Spira, el solo que el creador asturiano Eduardo Vallejo, director de la compañía madrileña Ogmia, ha creado para su bailarina Michela Lanteri, que hoy y mañana, transformada en Melusina, ocupará el espacio de la madrileña Sala Cuarta Pared, dentro de su ciclo MoverMadrid.
Declarado adicto de los videojuegos y con una capacidad voraz para consumir películas, por la cabeza de Vallejo fluyen leyendas y mitologías que se entrelazan. No deja de hablar de ellas entre sus amigos, incluida Lanteri que, sin saberlo, escuchaba al amigo hablando de los universos en su cabeza y en realidad estaba haciendo ya trabajo de mesa sobre lo que sería este nuevo solo. “Quería salir de la intelectualización del movimiento que había caracterizado mi trabajo anterior”, nos explica el coreógrafo, “y entrar en cierta literalidad. Por eso, Michela aparece totalmente caracterizada, quería que fuera aterradora, quería escenificar esta cola de serpiente de plata con 22 metros, que la hace aparecer transformada. Esta es una historia que se puede contar desde muy diversos lugares pero yo recurro a los que son mis referentes de siempre, a los universos de cineastas que admiro como Tim Burton o Guillermo del Toro”.
Aunque la última creación de Ogmia es la recientemente estrenada Bloodmoon, poco ha girado Spira, la inmediata anterior, con la que guarda cierta vinculación. “Para mi cada trabajo es el punto de partida del próximo”, nos explica, “pero creo que al final se trata siempre de volver a mis raíces. Llevo muchos años fuera de Asturias y cuando estás mucho tiempo lejos, te llama más la atención que cuando estás dentro, y Asturias está llena de misticismo y mitologías, de influencias celtas, de brujerías”.
Spira, además, supone la primera colaboración de Ogmia con Roberto Fratini, el dramaturgista habitual de Marcos Morau para la compañía catalana La Veronal, haciendo ahora el asesoramiento artístico para Vallejo. “Fue Roberto el que me habló de Melusina, de esta deidad ofídica, y de otros seres mitológicos vinculados a la serpiente como esa sensación de infinito representando la vida y la muerte que hay en el ouroboros (serpiente que se come la cola) o las resonancias del leontocephaline (figura de culto romano con cabeza de león y cuerpo envuelto por una serpiente). Y yo vi en todos estos seres un vaticinio de nuestra propia autodestrucción. Al final he querido hacer partícipe al espectador de nuestra propia aniquilación en una metáfora sobre el impacto de las nuevas tecnologías”.






