EL DÍA QUE DELTEBRE DANSA LEVANTÓ SU CARPA
El Festival que dirige Roberto Oliván celebra su vigésimo aniversario con una edición cargada de novedades que marcará un cambio de ciclo en la historia del evento. Nos lo ha contado...
Texto_JUDIT GALLART
Madrid, 03 de julio de 2025
La pequeña localidad de Deltebre, ubicada entre arrozales a orillas del río Ebro, vibrará este verano, del 07 al 20 de julio, con más fuerza que nunca para celebrar el vigésimo aniversario del Festival Deltebre Dansa. Un evento que comenzó su andadura en 2004 contando únicamente con 20 asistentes y que cada año ha conseguido ampliar no solo el número de participantes, sino también su duración y actividades.
“Esto comenzó como un pequeño workshop en Tortosa en el que solo hacíamos talleres durante una semana, no estaba previsto que se convirtiera en festival”, nos cuenta el bailarín y creador Roberto Oliván, director de este festival que ha logrado reunir a participantes de hasta 50 nacionalidades distintas en sus últimas ediciones. Si hubo un momento clave para el coreógrafo en el desarrollo de Deltebre Dansa fue, además de desplazar su ubicación unos 20 kilómetros hacia la costa, el levantamiento de su característica carpa de circo, hoy sello indiscutible del festival. “Pusimos la carpa porque en Deltebre no hay teatro, ni infraestructura teatral y pensé que era necesario. Fue a partir de ese momento cuando despegó”, asegura.
Una edición aniversario muy especial que como no podía ser de otra manera, traerá múltiples novedades, entre ellas una exposición que rememorará los 20 años del festival, una audición exclusiva para participantes que será realizada por la coreógrafa británica Jasmin Vardimon y un showcase bautizado como Emerging Voices Dance para dar visibilidad a las piezas creadas por los participantes, algunas de las cuales optarán a una residencia en L´Obrador Espacio de Creación, así como a su inclusión en la programación de Deltebre Dansa 2026.
“Estamos haciendo esta exposición con fotografías, vídeos y testimonios de gente que ha pasado por el festival”, nos explica Oliván (en la foto inferior). “Las audiciones con Vardimon permitirán también que la gente pueda conocer su escuela, incluso Bluebox de Viena, otra escuela que está emergiendo, también vendrá a hacer sus audiciones. Estamos abriendo un poquito más las posibilidades que puedan tener los participantes más allá de ver espectáculos y tomar clases”.
Bajo la carpa
Entre los artistas que visitarán la carpa de Deltebre en esta edición programada entre el 7 y el 20 de julio destacan nombres como Álvaro Murillo & Sita Ostheimer (en la foto que abre esta información) Daniel Abreu, la compañía OtraDanza, de Asun Noales, y Mucha Muchacha con su nueva creación que compartirán escenario con artistas y agrupaciones de la talla de Martin Kivaldy, Otro lado Dance Company, Zoey Zeng Dance Theater, Lali Ayguadé junto a Joana Gomila, David Zambrano & Milan Herich, Evelyn Tejada, Carmen Muñoz & Derek Van den Bulcke, Kampai y Rey Lemmens. Además, otro de los sellos de identidad del evento como es su Creación Deltebre Dansa, en la que artistas profesionales -Erick Jiménez, Thomas Guiraud y Roberto Magro en esta edición- suben al escenario con los vecinos y vecinas de la localidad para dar vida a una pieza creada durante el festival, y que tal y como afirma Oliván “tendrá mucha importancia este año”.
El listado de profesores invitados incluye nombres ya recurrentes en el festival como son el coreógrafo belga Wim Vandekeybus, Rakesh Sukesh, Lali Ayguadé o Akram Khan, que ofrecerá sus clases junto a Tom Pollard, a quienes se les sumarán en la impartición de talleres y monográficos docentes como Allyene Dance, Anton Lachky, David Zambrano y Milan Herich, Egina Alcaide, Fighting Monkey, Horacio Macuacua, Jasmin Vardimon, Lu Gómez, Lucija Romanova, Martin Kilvady, Maura Morales y Michio Woirgardt, Peter Jasko, Thi Mai Nguyen o Yasser D’Oquendo.
Pero en esta edición si hay algo que promete es que cerrará un clico en la historia del festival para dar paso a nuevos caminos en los que su director lleva años pensado. “Estoy dándole vueltas a qué paso darán las artes escénicas en el futuro porque es obvio que todo ha cambiado y que la tecnología está aquí para quedarse y para traer maneras muy diferentes de entender el movimiento y las artes. Definitivamente creo que estamos llegando al límite de lo que corresponde al concepto de danza contemporánea y eso abrirá una puerta en las próximas ediciones”, concluye el director de este festival que siempre ha estado más cerca de la naturaleza que de las tecnologías.