TAKE OFF ASALTA EL FESTIVAL DE ITÁLICA
Ya en su recta final, el evento sevillano presenta mañana a los jóvenes bailarines del proyecto de Johan Inger, que además estarán también en el Teatro de la Maestranza en julio. Nos lo ha contado…
Texto_OMAR KHAN Fotos_JORGE ORTIZ V.
Madrid, 23 de junio de 2025
El Municipio sevillano de San Juan de Aznalfarache se colocó rápidamente en el mapa internacional de la danza gracias a la acogida que brindó a Take Off Dance, proyecto de especialización en experiencia escénica para bailarines jóvenes en tránsito a la vida profesional, fundado en 2022, por Carolina Armenta y el reputado creador sueco Johan Inger (Estocolmo, 1967), el mismo que montó para la Compañía Nacional de Danza (CND), una versión de Carmen que permaneció como el gran reclamo internacional del ente público durante dos períodos (el de José Carlos Martínez y el de Joaquín de Luz) y a día de hoy es creación destacada en el catálogo de grandes e importantes compañías del mundo.
Pero el local sevillano ya no será más su sede. El reclamo del Ayuntamiento para otro uso los saca de allí, pese al éxito de este programa necesario que tiende un puente para jóvenes intérpretes hacia una vida profesional que se hace cada vez más compleja y diversificada. El problema les ha llevado a eliminar la convocatoria de este año, mientras arreglan la transición hacia otra sede.
No se entiende, especialmente cuando su proyecto alcanza un grado de madurez como demostrarán esta semana en la recta final del Festival de Itálica, donde participan con su programa Momentum (mañana y pasado en el Teatro Romano de Itálica), en el que estrenarán Become, pieza nueva de Inger que también forma parte del programa Ímpetu, con el que subirán casi de inmediato al escenario del Teatro de la Maestranza, de Sevilla, el próximo 06 de julio.
Pero es que esta misma semana, en los imponentes Jardines del Generalife, la compañía Aterballetto, quizá la agrupación dancística más importante de Italia en este momento, bailará la version de Don Juan, que Inger les montó en 2020, justo después de su exitosísima Carmen. Será este sábado 28 de junio, en el marco del Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Supone un lujo para Andalucía tener a un creador de tal enevergadura gestionando sus proyectos en su tierra.
La reputación de Inger se sustenta principalmente en la creación de obras, muy ingeniosas en su planteamiento, que saben conectar y emocionar a las grandes audiencias. Su agenda se parece siempre a esta esta semana que inicia llena de estrenos y representaciones. “Acabo de estar en Lisboa; en julio estaré en Edimburgo o Londres, y a principios del otoño me desplazaré a Nueva York”, nos adelanta de su siempre congestionada agenda. “Mi calendario está lleno de proyectos, algunos aún no puedo anunciarlos, pero sin duda se avecinan muchas cosas interesantes”.
En este momento ¿qué valoración hace del proyecto Take Off?
La valoración es muy positiva. Hemos logrado crear un entorno profesional real, que era el objetivo: ofrecer a los bailarines semiprofesionales una experiencia que les acerque de verdad al mundo profesional. En estas tres temporadas hemos trabajado al mismo nivel que en otras compañías, y con un grupo internacional de veinte bailarines, diez de ellos españoles y cinco sevillanos, cuatro salidos directamente del Conservatorio de Sevilla. Esa conexión local es muy importante, porque el proyecto nació precisamente para abrir esa puerta en Andalucía.
¿Qué sería deseable para su futuro?
Este año estamos en un período de transición: no habrá convocatoria porque el espacio donde trabajábamos en San Juan de Aznalfarache estará ocupado por el ayuntamiento. Esperamos poder retomar la actividad el próximo año, posiblemente en otro lugar.
Los bailarines que han pasado por Take Off ¿han conseguido ingresar en compañías profesionales?
Sí, y desde el primer año. Muchos de los bailarines han entrado en compañías tanto clásicas como contemporáneas, ya que nosotros trabajamos con una gran versatilidad de estilos. Los resultados han sido excelentes y, de hecho, muchos de estos logros se han compartido públicamente. Estamos muy satisfechos.
¿Qué diferencia hay en el proceso creativo una pieza con una compañía profesional respecto al trabajo con los jóvenes de Take Off?
Honestamente, Take Off ha alcanzado un nivel tan alto que apenas percibo diferencias significativas. Hemos tenido la suerte de contar con jóvenes muy creativos y talentosos, que solo necesitan reforzar lo que ya saben y ganar experiencia. Por supuesto, son más jóvenes y les faltan vivencias, pero su voluntad de aprender, su curiosidad y su entrega me parecen extraordinarias. Ha sido un placer trabajar con ellos.
De hecho, la pieza Become, el estreno que integra tanto el programa de esta semana en Itálica como el inminente en Maestranza, tiene que ver con este proceso…
Become es una obra profundamente ligada al grupo actual de Take Off. Aunque en años anteriores se realizaron talleres de creación con mi repertorio y el de otros coreógrafos, la creación de esta pieza ha tenido lugar exclusivamente durante esta última temporada. Cada año el grupo cambia, con intérpretes que entran y salen; algunos repiten dos años, pero la mayoría participa solo una temporada. Esta obra recoge el viaje del grupo actual: desde su llegada al programa, el proceso de integración, el fortalecimiento de su confianza y la construcción de una identidad como artistas. Es un recorrido que refleja el paso de la formación a la autonomía creativa.
¿Qué tienen en común Become y Rain Dogs, las coreografías que conforman el programa Momentum?
Ambas piezas abordan temas profundamente humanos: las emociones, los destinos individuales, el deseo de avanzar y la decepción de quedarse inmóvil. Ese impulso vital, ese “momentum” de la vida, está muy presente en las dos coreografías. A su vez, Rain Dogs se inspira en el universo de Tom Waits, cuya música escucho desde adolescente. Siempre me ha intrigado su mundo, y creo que muchos podemos identificarnos con esos sueños juveniles que, con el tiempo, pueden frustrarse o transformarse. La pieza aborda destinos humanos desde una perspectiva universal, pero también desde lo íntimo, en las relaciones personales. Aquí me interesaba explorar especialmente la cuestión de la identidad dentro de una relación de pareja, y cómo se configura la dinámica entre dos personas.
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