DE CHICAS CHUCKYS Y DANZAS TRASCENDENTALES
Fue el turno ayer en el Festival Dansa València de Eulàlia Bergadá, Janet Novás y Antes Collado. Esto nos parecieron sus propuestas…
Text_OMAR KHAN Fotos_JOSÉ JORDÁ
Valencia, 09 de abril de 2022
Anoche, en el Teatro Rialto, el público del Festival Dansa València se vino arriba. Se puso a bailar contagiado de la emoción de esas tres bailarinas y su director, que celebraran el eureka de la culminación de un proceso creativo, en esa simulación de ensayo que es toda Very Very Slightly, la coreografía que la mallorquina Eulàlia Bergadá estrenó ayer en el cénit del festival valenciano. Con cierta parsimonia, la coreógrafa va creando este clima festivo en un paulatino crescendo, que se inicia ceremonial con las tres bailarinas sincronizadas en un ejercicio próximo al minimalismo, pero sin la obsesión paranoide de Lucinda Childs.
Toda la propuesta es como un falso work in progress que muestra tripas y entrañas de un hipotético proceso creativo, a veces extenuante, en el que el director, un tipo guay a medio camino entre el dj y el jefe mandón, trata a sus niñas de chicas chuckys. Atiborrada de espontaneidad fingida, toda la obra parece conectar con la naturaleza misma del trabajo en danza y el esfuerzo que supone, aunque desde una visión un poco naif y edulcorada, que nos muestra la lucha y posterior felicidad de los artistas que buscan y finalmente encuentran. En el buen hacer de las chuckys y su líder, en su simpatía, cercanía y honestidad, reside buena parte del encanto de esta creación sencilla y directa que reparte felicidad y pone al público a bailar.
Janet… ¿dónde has ido?
No es simple ni sencillo, en cambio, ¿Dónde está Janet?, el nuevo unipersonal de la muy personal creadora gallega Janet Novás (en la foto que abre eta información) que reaparece trascendental en esta creación, en la que hace introspección, haciéndose preguntas sobre sí misma y su identidad como artista y ser humano único que, no obstante, forma parte de un todo que abarca el universo.
La respuesta a la interrogante del título, es que Janet está fuera de sí, ha logrado liberarse de ella, está gone como ella misma indica antes de ese final de renacimiento a lo 2001 odisea espacial, en el que su cuerpo desnudo, bañado de pintura blanca a la manera de las viejas y entonces audaces performances de los setenta, es pantalla que refleja el cosmos y todos sus misterios. Para llegar a este punto, místico si se quiere, la creadora se deconstruye ante nosotros, confeccionando un proceso de extrañamiento de sí misma en el que parece haber ido separando las partes para quedarse con la esencia de su propio yo.
Con un vídeo de sí misma bailando proyectado en su cuerpo desnudo logra la sensación de que se ha separado de toda atadura física. Abrazada a un altavoz, la oímos grabada reflexionando sobre la belleza de las pequeñas cosas, y cuando lo suelta parece desprenderse así de sus propias palabras y pensamientos, para avanzar entonces liberada, sin ropa ni compromisos artísticos, hacia ese final que parece de comunión con el todo. Como siempre en ella, la propuesta sorbe de lo experimental, lo estrictamente personal y aparece llena de enigmas. Quizá discurre con lentitud excesiva pero también está llena de sugerencias e imágenes bellas y poderosas, de esas que se quedan pegadas a la retina.
Mucho más críptico se nos puso el coreógrafo valenciano Antes Collado (en al foto sobre estas líneas), en su nueva y desconcertante creación Zoo!, vista ayer en el Carme Teatre. No supo el joven artista convertir en respuestas claras las numerosas interrogantes que va generando su enigmática propuesta, en la que como un reptil sale vestido de gala de debajo del escenario, aquí convertido en un cajón de sastre que esconde viejas mesas de planchar y hasta bicicletas, un espacio con vida propia que termina por engullirle de nuevo, desnudándolo y dejándolo expuesto.