DE LA CÁRCEL SE SALE... DE TI NO
Sorprendió ayer Alberto Cortés en el Festival Dansa València con ‘One night at the golden bar’, performance íntima, desgarrada y kitsch. Allí estuvimos y esto nos pareció…
Texto_OMAR KHAN Foto_JOSÉ JORDÁ
Valencia, 08 de abril de 2022
Alberto Cortés no viene de la danza y tampoco nos lo quiere hacer creer. No es un cantante al uso ni un poeta habitual pero aborda todas estas disciplinas como recursos in extremis para articular un soliloquio largo sobre la tristeza que le ha dejado un hombre con nombre de país. “De la cárcel se sale… de ti no”, le balbuceaba compungido ayer en el Espacio Inestable, donde estrenó su insólito unipersonal de despecho One night at the golden bar, en el marco del Festival Dansa Valéncia.
Hay algo tremendamente conmovedor en esta declaración íntima. Cortés logra lucir pequeño e insignificante ante la magnitud del amor que siente y el dolor aún más grande que le produce no ser correspondido. Hay humor abundante pero al final se trata del humor ingenioso e hiriente del que se está revolcando en su propio dolor. “Cuanta intensidad en el queré”, susurraba.
Inclasificable resulta la propuesta, performance histriónica que va del patetismo y la cursilería hasta los extremos más estremecedores de la tristeza auténtica. Alberto Cortés absorbe toda la atención de la audiencia gracias a sus innumerables e ingeniosos registros. Saca partido del amaneramiento en las formas y de los lugares comunes en sus palabras. Maneja con habilidad los registros de su voz y, con intencionada torpeza, las limitaciones de su cuerpo. Y cuenta, eso sí, con un relevante aliado, el músico y cómplice en directo César Barco, que sabe arroparle, creándole la atmósfera adecuada a cada situación, subrayando con exageración los golpes de efecto, como esas puntuales deformaciones de la voz que hacen parecer monstruoso, poseído y distorsionado al histriónico performer.
Va destacando Cortés en el paisaje escénico andaluz. Quizá su desprejuicio, que no se preocupa por encajar en un frame determinado, venga de su formación fuera de la danza, con estudios de historia del arte, dirección y dramaturgia. Trabajo personalísimo, siempre acompañado por un humor retorcido, destaca dentro de su producción El ardor, obra largamente alabada aún en gira. Podrá verse en el próximo Festival Cádiz en Danza, a finales de junio.