GIL ROMÁN DESPEDIDO DEL BALLET BÉJART LAUSANNE
Una imprudencia en París saca por la puerta trasera al que fuera el encargado de preservar el legado del maestro belga, después de su muerte. Te lo contamos...
Texto_REDACCIÓN
Madrid, 06 de febrero de 2024
Era una ocasión especial para el célebre Ballet Béjart Lausanne, de Suiza, que invitado por el Ballet de la Ópera de París, que ahora dirige el español José Carlos Martínez, bailaba, nada menos que en la Ópera Garnier de la capital francesa desde el pasado 04 de febrero (y hasta mañana), un programa en el que se incluye la reposición de la muy famosa Siete danzas griegas, título emblemático de Maurice Béjart. Pero una imprudencia, hoy magnificada desde las instituciones por las políticas de tolerancia cero con los abusos sexuales, le costó esta semana el cargo a Gil Román, que había sido el director artístico de la famosa agrupación desde 2007, tras la muerte de su alma mater.
Había un antecedente. En el año 2021 salió a la luz que la compañía suiza había iniciado una investigación tras numerosas denuncias de acoso sexual y laboral a los bailarines por parte de la directiva. El asunto salpicaba a Román, en tanto que aparecía implicado y consentía tales comportamientos, pero la auditoria señalaba muy directamente a su director de producción, que fue despedido de manera fulminante.
Ahora, a propósito de la visita de la compañía a París, Gil Román invitó a su antiguo colega a la función y lo llevó a un cóctel que se había organizado con toda la compañía, lo que fue calificado de inaceptable por parte de la directiva del colectivo suizo, que rescindió el contrato de su director artístico.
La junta adujo que, respetando su política de "tolerancia cero" y a pesar de las "cualidades artísticas" de Román, consideraba este comportamiento inapropiado e intolerable hacia la institución y más aún hacia los bailarines, teniendo en cuenta las conclusiones de la auditoría, que llevaron al despedido del productor por "comentarios y actitudes que entran dentro del concepto de acoso sexual en el lugar de trabajo". Indicaron que se nombrará a un director provisional y que la decisión no afecta ni altera ninguno de los compromisos de la compañía.
Gil Román finaliza así su reinado en una compañía emblemática, que aunque se abría a nuevos repertorios (incluidas piezas suyas), principalmente velaba por la difusión del repertorio de Maurice Béjart, para quien Román había bailado desde 1979, heredando posteriormente el cargo que daría continuidad a la agrupación.
"El patronato de la fundación agradece a Gil Román por los años transcurridos en el Ballet Béjart Lausanne, por su inversión y por la excelencia artística que ha inculcado a lo largo de su compromiso al servicio de la empresa", zanjaba el comunicado oficial.
