Joaquín de Luz, nuevo director de la CND
El que fuera estrella del New York City Ballet hasta el año pasado, ha sido nombrado nuevo director artístico de la Compañía Nacional de Danza, en sustitución de José Carlos Martínez
Foto_PAUL KOLNIK
Madrid, 28 de marzo de 2019
Joaquín de Luz (Madrid, 1976) ha sido nombrado esta mañana por el Inaem nuevo director de la Compañía Nacional de Danza, cargo que ocupará partir de septiembre próximo. En octubre pasado cuando fue noticia por su retiro del New York City Ballet, donde había brillado como rutilante estrella durante quince años, el destacado bailarín de San Francisco de Henares confesaba al diario The New York Times en una entrevista que una posibilidad que barajaba para su vida era volver a España. Ahora sabemos que esos planes eran más que una posibilidad y que él probablemente ya tenía en mente presentar el proyecto que ha sido favorecido para ocupar el cargo que ahora deja José Carlos Martínez, que a tenor del código de buenas prácticas, abandona en el ente público tras ocho años de gestión (https://susyq.es/actualidad/759-jose-carlos-martinez-cnd).
Perteneciente a la generación más brillante de alumnos de Víctor Ullate, Joaquín de Luz ha tenido una meteórica carrera en el mundo del ballet. En Estados Unidos deslumbró siempre por su chispa española (a ello hacía referencia el titular del NY Times), heredada quizá de sus clases de flamenco. En su carrera se ha enfrentado a roles superlativos del repertorio y su interpretación de La Bayadera, cuando ya se había anunciado su retiro del NYCB, sorprendió a crítica y público. En España se le vio bailar con brío algunas funciones de El Quijote, justamente para la CND, atendiendo una invitación de Martínez.
Hace diez años una severa lesión hizo que Joaquín de Luz empezara a interesarse por el fitness para bailarines y de su padecimiento en aquel tiempo sacó partido, convirtiéndose en un muy reputado entrenador de esta herramienta.
En atención a su trayectoria podría elucubrarse que en su proyecto para la CND la balanza se inclinará hacia el repertorio académico. La cultura americana de ballet, en la que ha vivido, apunta principalmente hacia ese norte, en contraposición a la CND de Martínez que, más en la línea europea de las grandes compañías, había buscado la versatilidad, abarcando un abanico que iba desde los más renombrados clásicos hasta las vanguardias más rupturistas.