ISRAEL GALVÁN: EL BAILAOR QUE DELIRA POR EL BETIS
Mañana se emite en La2 un fascinante documental que nos acerca al universo y la persona del bailaor y creador más singular del panorama flamenco actual. Te lo contamos…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 25 de octubre de 2025
Israel Galván: el hombre que no quería bailar es el acertado título del documental de la serie Imprescindibles que, en esta ocasión rodado por Arantxa Vela Buendía, se emitirá por primera vez mañana en La2 de Televisión Española, a las 21.30. El titular podría ser aún más largo y completarse con la frase “…porque lo que de verdad quería era ser futbolista del Betis”. A un tiempo análisis de una obra compleja y relato de una vida insólita, la película comprime en una hora intensa lo que ha sido la trayectoria de un artista marcado por la singularidad, un creador que estaba llamado a ser un ídolo del flamenco tradicional pero que traicionó los principios de su arte y se convirtió así en un referente de la vanguardia en los círculos de la danza contemporánea más arriesgada.
Arantxa Vela (Empuñando el alma. Procesos con Lluis Pasqual; El baile de la alquimista) construye el relato a partir de valiosos testimonios montados en una sucesión rápida, entretenida y coherente, en los que las valiosísimas aportaciones de Marta Carrasco, periodista y crítica de danza del ABC, y el escritor Antonio Pradel, permiten entender al artista y sus procesos, mientras que varios de sus colaboradores cercanos (Niño de Elche, Belén Maya, María Pagés) desgranan su trabajo en escena y las declaraciones de su padre, José Galván, y su hermana Pastora, también bailaora, nos acercan al creador como persona.
No obstante, lo que verdaderamente termina por dar la dimensión exacta de su grandeza como artista y ser humano, lo aporta el mismo Israel Galván con su singularidad y su manera de entender y contar todo lo que gestiona su cabeza artística, con su peculiar sentido del humor. “Yo cómico no quiero ser, pero me sale”, decía entre las carcajadas del público que asistió al pre-estreno del documental el pasado jueves, en la Cineteca de Matadero, en Madrid.
El filme se remonta a sus inicios de niño prodigio, pasando por el influjo que han ejercido en él creadores como Mario Maya o el iconoclasta Vicente Escudero, hasta el momento clave de su primera ruptura con la tradición: Mira, los zapatos rojos (1998), una adaptación flamenca y libre del cuento Las zapatillas rojas que, curiosamente, interpreta el bailar hasta morir más como una maldición que como un don.

Flamenco y fútbol
Tras esta contextualización el documental nos acerca a buena parte de su prolífica trayectoria, dando cuenta de sus aciertos y ocurrencias escénicas, como bailar dentro de un ataúd en El final de este estado de cosas (Redux), la representación de su Solo en un sitio privilegiado como la Real Fábrica de Artillería durante el (hoy extinto) Mes de Danza de Sevilla, su mítica actuación en la Plaza de la Maestranza sevillana con su espectáculo taurino Arena, su colaboración con Akram Khan en el espectáculo Torobaka o, entre muchas otras, su insólita participación en el Festival Sonar junto a Niño de Elche.
Es exhaustivo el material histórico recopilado por Aranxa Vela, pero de gran valor también todo lo rodado expresamente, que incluye seguimiento, declaraciones, ensayos y estreno de trabajos recientes: El dorado, en el Festival Madrid en Danza, la premier de su espectacular versión de Carmen en la Bienal de Flamenco de Sevilla y su última participación, este mismo verano, en el prestigioso Festival de Avignon donde estrenó Israel y Mohamed, junto al exfutbolista del PSG y dramaturgo Mohamed El Khatib, en el que revisan, simultánea y respectivamente, la (complicada) relación con sus padres y su amor por la pelota.
Y es que el fútbol es un tema importante en el documental porque es asunto vital en la vida de Galván. “De las muchas cosas que tuve que desechar con el dolor de mi alma hay una historia muy curiosa”, desvelaba el jueves Arantxa Vela en la Cineteca. “Israel no podía asistir a un partido muy importante del Betis porque tenía que bailar y pactó con el técnico de iluminación que durante la representación, le fuera indicando con una determinada luz cómo se iba desarrollando el partido. ‘Invéntate algo porque necesito saber’, le dijo”.
Durante el rodaje del documental decidieron hacerle un regalo, que ha resultado muy especial. En un momento de su carrera, Galván se mandó a hacer unas botas a imagen y semejanza de unas en blanco y negro que llevaba su admirado Vicente Escudero, y el equipo le mandó a hacer unas iguales pero en verde y blanco, los colores del Betis. “No todo lo que Israel ha hecho me gusta”, confesaba la cineasta, “pero algo me decía que había algo honesto y humano en este artista que hace que conecte con cualquiera”.
Lo que piensa Israel Galván del documental que mañana emite La2 no lo podemos saber (todavía) y este mismo hecho da buena cuenta de su singularidad. “Ahora tengo muchas cosas en que pensar y no puedo ver la película, porque no quiero estar mañana pensando en el documental. Ya lo veré cuando esté más tranquilo y llamaré a Arantxa para decirle, a lo mejor, ‘qué genial’, pero por ahora no. No puedo verlo”.






