CARTAGENA ES UN LINÓLEO
Concluye esta tarde la 13º edición del recién recuperado Festival MuDanzas, de la ciudad murciana. Hasta allá nos fuimos y así lo vivimos…
Texto_OMAR KHAN
Cartagena, 01 de junio de 2025
El jueves pasado, en la Plaza del Ayuntamiento de Cartagena, Jon López & Martxell Rodríguez, líderes del colectivo navarro Led Silhouette bailaron la muy inquietante Los perros, que les montó Marcos Morau, de La Veronal. Con su actuación, dejaron inaugurada la décimo tercera edición del recién recuperado Festival MuDanzas, ahora bajo dirección de Kike Guerrero, que esta noche, en la misma locación, el humor inconfundible de la compañía catalana de Mar Gómez bailando su propuesta La vie en Rose, dejará clausurada. Entre medias, un buen puñado de propuestas que usaron la calle como escenario, a falta de la sede principal de este festival, el Teatro Circo, ahora cerrado por remodelación.
Hace 25 años, nació el MuDanzas con el lema Encuentros con la Nueva Danza, entonces bajo dirección de Margarita Amante, y durante una década supo cómo entablar un idilio sólido entre la danza y la ciudad, con una invasión anual de propuestas de sala y calle. La crisis económica, que acabó con tantas cosas, consiguió borrarlo del mapa, pero hace tres años el Ayuntamiento de Cartagena tuvo la voluntad de patrocinar su resurrección. Y aquí está de nuevo. Aunque reducido por la falta de un teatro, ha asaltado las calles y el público ha respondido con entusiasmo.
En esta nueva etapa, el MuDanzas quiere hacer tradición su Certamen coreográfico Crea-Mudanzas y en este sentido, celebró ayer en la Plaza del Ayuntamiento su tercera edición, con un premio dotado de cinco mil euros, que ha de traducirse en una nueva producción a ser estrenada en este mismo marco el próximo año. De las cuatro propuestas a concurso resultó ganadora el delicado dueto Ollos Cara Adentro, de la Compañía Ixa, que dirige el creador gallego anclado en Barcelona Xian Martínez, una pieza que transita lo onírico y que tuvo como principal acierto el entendimiento y buen hacer de su pareja protagonista, el mismo Martínez y la bailarina Elena Castellanos. Adicionalmente, el premio único a la mejor interpretación recayó en la elegancia y contención de Seth Buckley, bailarín carismático de la compañía valenciana Eyas Dance Project, que destacó en el solo Al borde del tiempo, hecho a medida para explotar sus cualidades físicas y alcances emocionales, una pieza firmada por él mismo y Carlos González, director de la compañía.
Como ovejas
A su vez, en cumplimiento con su compromiso, la creadora y bailarina andaluza Laura Morales, ganadora del certamen el año pasado, compensó con el estreno de Ser pastora, pastora ser (en la foto), una curiosa pieza experimental que trae a los dominios de la performance el mundo rural. Desbocada por la calle con un cencerro hace un llamado a su público como si fuesen sus ovejas y lo conduce al redil aquí ubicado en la Muralla de Mar, de Cartagena. Acierta con su evocación de un universo ajeno a la urbe, con sus pacas de heno, su sombrero típico y su paulatina e insólita transformación corporal que acaba en balidos de oveja díscola, generando extrañeza y ternura a un tiempo, en una pieza que es adelanto de un trabajo mayor de sala, que estrenará el próximo año.
Semperiana, homenaje al artista cinético valenciano Eusebio Sempere, por parte de la compañía alicantina OtraDanza, que dirige Asun Noales, fue el otro gran momento del MuDanzas este año. Abstracta y geométrica, como la obra del creador, la coreografía –que se desprende de una obra de sala ya estrenada por la compañía- supone un ejercicio minimalista que trabaja con rigurosidad los ocho cuerpos como si fueran las líneas que conforman el trabajo del artista plástico. Severidad, angulosidad y racionalismo matemático abstraen al público del bullicio de la ciudad, metiéndolos en un loop fascinante que arrancó merecidas ovaciones.
La expresa teatralidad y belleza formal de Rosa de paper, homenaje coreográfico al poeta Vicent Andrés Estellés, desplegado desde una danza-teatro cercana a la narrativa por la compañía alicantina Marroch, fue bailado con verdadera solvencia y entrega por María Palazón y Salvador Rocher, también coreógrafo de la pieza (en la foto que abre esta crónica); el juego que evita las miradas entre Carmela García y Alexander Espinoza, autor de No son ojos porque los ves, son ojos porque te miran, de la compañía Cave Canem y la insólita versatilidad y dominio del contact entre Mario Elías Leyva y Marc Fernández -autor junto a Julio León-, en el duo a manera de masculino duelo Íor, son los títulos que terminaron de dar forma a esta breve pero ciertamente contundente nueva edición del Festival MuDanzas que cerrará esta tarde su feliz décimo tercera edición.