ARMONÍA Y CAOS
Guy Nader y María Campos abordan la danza de péndulos en ‘Natural Order of Things’, que se verá desde hoy en el Mercat de les Flors y la próxima semana en Condeduque. Nos lo han contando…
Texto_BEGOÑA DONAT Fotos_MARTÍ ALBESA
Madrid, 28 de marzo de 2025
Guy Nader y María Campos dejan atrás más de siete años de investigación coreográfica del tiempo y la noción del infinito con una propuesta que esta vez se inspira en los conceptos de armonía y caos. Atrás queda la trilogía conformada por Time Takes The Time Time Takes (2015), Set of Sets (2018) y Made of Space (2021), configurada creación tras creación, pues cada vez que la pareja investigaba para desarrollar una nueva pieza, surgían temas para trabajar en la siguiente. Su mirada curiosa, donde el cuerpo es principio y fin, se dirige ahora hacia la complejidad de la naturaleza como unión de muchos y diversos organismos con un principio físico en mente, el de la danza de péndulos. Natural Order of Things, estrenada en el Festival Grec el año pasado, y de regreso esta temporada al Mercat de les Flors, de Barcelona (desde hoy y hasta el domingo) y al Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, de Madrid (los días 03 y 04 de abril), vuelve a ser una oda a la perfección y el equilibrio, tan presentes en el trabajo del creador de origen libanés y la coreógrafa catalana, quienes han reflexionado sobre esta nueva creación para nosotros.
¿Qué fórmula matemática o física cobra peso en esta propuesta?
MARÍA CAMPOS: Hubo un principio físico que nos influyó como inspiración, el de la onda de péndulos, que son una serie de péndulos desacoplados con longitudes que aumentan. Esto crea diferentes tipos de configuraciones y de movimientos. Hemos trabajado con la idea de la línea como punto de partida. Somos nueve bailarines en escena que nos ponemos en fila. En el espectáculo tenemos un patrón muy concreto, partimos de la línea y creamos un ritmo, una caída que se repite, y a partir de ahí, vamos variando y jugando con la línea, que visualmente es muy ordenada, para poco a poco, desestructurarla e ir trabajando en la idea del caos, el orden y el desorden. Pero dentro de esa idea, queríamos recrear visualmente ese movimiento ondular con los nueve cuerpos.
¿Y cómo lo conseguisteis?
MC: Hemos trabajado todo un tipo de series de manera muy minuciosa, cánones y variaciones de de los cánones. Al principio, a la audiencia le da la sensación de no entender muy bien dónde estamos. De repente, somos tres líneas, o el grupo rompe esa configuración y somos dos líneas. Creamos juegos visuales que vamos haciendo y deshaciendo.
En la crítica publicada en susyQ digital (GN/MC / FESIVAL GREC) decíamos que vuestras obras son “maquinarias de relojería donde hay lugar para el asombro pero no para la emoción”. ¿Estáis de acuerdo?
GUY NADER: Es verdad que nuestras creaciones son muy matemáticas. Puedo estar de acuerdo, pero hay gente que se emociona mucho y puede llegar a llorar. En todas las piezas hay un momento en el que puedes dejarte ir y entrar en esta mecánica del espacio, el tiempo, el orden y el desorden. Cuando dejas de ver la fórmula o la composición matemática, entras en otro nivel que es ) más emocional. Depende de cada persona del público, del historial que pueda tener y de diferentes percepciones que pueda recibir de lo que ve.

¿Y dónde creéis que se esconde la emoción en vuestras creaciones?
GN: En esa complicidad constante y en el asombro que provoca el hecho de mantener a lo largo de una hora la precisión en la repetición y la evolución. La emoción nace de nuestra unión para alcanzar un objetivo común. Hay gente que goza al entender esta mecánica y su funcionamiento, y hay gente que deja de seguir la lógica y entra en estas otras capas. Eso es lo interesante en este tipo de piezas, que creas un espacio imaginario mental que uno puede llevar a donde quiera.
MC: A mí me gustaría añadir que no partimos de lugares emocionales. Es un trabajo que requiere mucha concentración, estar muy atento, porque es un poco complejo a nivel de estructura y hay mucho también de memoria. Es realmente un reto. Siempre hablamos de que hemos de estar disponibles y presentes, lo que tal vez da una sensación más de neutralidad. Son unas cuestiones tan concretas a nivel físico que pueden parecer muy técnicas, pero tampoco partimos de la frialdad.
Parece que en vuestra compañía todo el tiempo aspiréis al más difícil todavía. ¿Bebéis del circo de algún modo?
MC: Llevamos muchos años en los que la gente piensa en nuestro trabajo como algo circense, pero buscamos otro tipo de fisicidad, que venga desde la composición, desde el movimiento, desde algo muy concreto. De hecho, en esta pieza no tenemos tanta acrobacia. La complejidad viene de un trabajo de composición. Es más mental.






