NACHO DUATO: «COMO NO VOTO PP Y DIGO LO QUE PIENSO, ME CANCELAN MIS ESPECTÁCULOS»
Liberado de ataduras y compromisos, el director de la nueva CND, toda una ironía, no tiene filtros. Sus afirmaciones políticamente incorrectas son dardos con destinatario. No dejes de leeras...
Texto_BEGOÑA DONAT Fotos_ALBA MURIEL
Valencia, 16 de junio de 2024
Liberado de ataduras institucionales, reconfortado por la ovación cerrada con la que este pasado 05 de junio fue inaugurada en el Teatro Principal de Alicante su flamante nueva compañía, integrada por una selección de jóvenes bailarines internacionales formados en el Nacho Duato Trainee Program de Madrid, el bailarín y coreógrafo valenciano, de 67 años, se explaya sin filtros sobre sus planes inminentes y los males endémicos, tanto coyunturales como estructurales, que afectan a la danza en España. El legendario creador, autor de 116 coreografías, ha bautizado a su nueva formación Compañía Nacho Duato (CND) con «toda la mala leche» de hacer coincidir sus siglas con las de la Compañía Nacional de Danza, ente tutelado del Inaem, del que fue 20 años director artístico.
Su programa inaugural incluye tres piezas de sus inicios, Jardí tancat, Duende y Na floresta. A la vista, una gira de actuaciones que después de Alicante, ha estado este fin de semana pasado en el Auditorio de Tenerife y, entre otras fechas, el 01 de agosto inaugurará la programación de la 41º edición del Festival Sagunt a escena en el Teatro Romano de la ciudad valenciana.
¿Hay ironía en llamar CND a su compañía?
Total ironía. Total mala leche. Porque en su momento, el crítico de danza Roger Salas, un impresentable, decía que la Compañía Nacional de Danza se llamaba así porque era la Compañía Nacho Duato. Sabía que en el Ministerio iban a ponerse de los nervios, han intentado denunciarme, pero después de más de 20 años, no habían registrado el nombre. Así que pagué 450 euros y lo registré yo.
Ha declarado que no está en este proyecto para ganar dinero, ¿cuál es el objetivo entonces?
Quiero que el alma de la compañía sea formar a bailarines, dar posibilidades para estudiar ballet a nuevos intérpretes que no disponen de medios y prepararles para que vayan a hacer audiciones en otras compañías por toda Europa. Mi propósito es llevar la danza a todos los rincones, porque a pesar de que en nuestra Constitución, así como en el artículo 40 de la Carta de los Derechos Humanos, se indica que los poderes políticos han de encargarse de preservar el patrimonio, no se nombra el dancístico, sino el arquitectónico y el pictórico. En este país no se cumple ese deber, porque no nos facilitan, por ejemplo, el acceso a la danza: no tenemos una compañía nacional en un teatro estable, no tenemos casi estrenos, no tenemos presupuesto.
Tengo entendido que no solo se ha leído nuestra carta magna, sino que también la ha contrastado con la francesa.
Sí, así he comprobado cómo en la francesa, a diferencia de la española, sí existen las palabras bailarín, coreografía, danza, coreógrafo y centro coreográfico. Imagínate que no existiera la palabra periodismo. Lo que sí se incluyen son la gastronomía, el folklore y la artesanía, que me encantan. Y también, los toros. Aquí, por ejemplo, no hay compañía de ópera. Y, en cambio, en el Ballet del Teatro Mikhailovsky de San Petersburgo, que dirijo, aparte de los 150 integrantes del coro, tengo a cincuenta y tantos sopranos, mezzosopranos, barítonos y tenores, 180 bailarines y dos orquestas. Digo esto y me tachan de chulo, de cascarrabias, de que siempre me estoy quejando... Pero tengo 60 ballets que se están pudriendo en un hangar, se los están comiendo las ratas y a nadie le importa. Creo que se les podría denunciar, pero yo ya no tengo edad. La preservación del patrimonio pasaría por tenerlos en un archivo, por enseñarlos de vez en cuando en televisión. Pero es que la cosa no va ya de mí, que soy un cero a la izquierda, sino de Antonio el Bailarín, del que he comprado su teatro y del que tengo todos sus fotos. También te puedo poner el ejemplo de la casa de Calderón de la Barca, medio escondida en lugar de ser una casa museo. No puede ser.
¿Qué malos tragos institucionales ya no está dispuesto a dejar pasar?
A mí me han cancelado tres funciones en Madrid, otra en Murcia y otra en Castellón, porque di unas declaraciones en contra de la derecha y la ultraderecha, donde los comparaba con cucarachas y con lombrices, animales que se encuentran bien entre la basura y cuando se levantan por la mañana, empiezan a oler donde hay un poco de mierda, pero no saben si se la comen o la vomitan. A continuación van en busca de una tertulia en la radio o en la televisión para soltar toda la basura. Como políticamente no voto el PP, como digo lo que pienso, me cancelan los espectáculos. En estos momentos es muy díficil hacerlo, pero los artistas tenemos que poner el pie y decir: “De aquí no se puede pasar”.
Se ofreció a asesorar a Isabel Díaz Ayuso gratuitamente, ¿ha recogido ese guante la presidenta de la Comunidad de Madrid?
La señora Ayuso hubiera tenido una oportunidad estupenda de mostrar humanidad e imparcialidad, pero ya sabemos que no tiene mucha mollera. No soy partidario de los programas del PP y de VOX, pero eso no quita para que pueda ir con una persona de estos dos partidos a escuchar La Novena de Beethoven. Lo que no voy a escuchar es el Cara al sol. Ayuso no me ha contestado. Tampoco lo hizo Miquel Izeta [ex Ministro de Cultura]. Ni siquiera Podemos habla en sus campañas de cultura o de arte. Soy de Podemos, de Sumar y Compromís, pero me dio mucha pena cuando Pablo Iglesias le regaló Juego de Tronos al Rey. Se creía muy gracioso, pero me parece muy paleto. Vi un capítulo y me pareció horrorosa, una horterada. Le podía haber regalado todas las óperas de El anillo del nibelungo, de Wagner, porque también va de reyes, pero es otro nivel.
¿Qué opinión le merece la decisión de Teatros del Canal de tener seis directores artísticos y ninguno de danza?
Cuando lo escuché, me puse de los nervios. Si quieren asesores, que me llamen a mí para danza y, para la música, hay muy buenos directores de orquesta. Lo haríamos gratis. No queremos dinero, sino que nos apoyen. Es lo mismo que la carta que escribí al Rey. Después de 15 meses esperando a que la Casa Real me hiciera un hueco en su agenda, llamé y les dije que el primer ímpetu e ilusión de hablar con Su Majestad acerca de la danza, ya se me había pasado.
¿Cómo se financia su CND?
La compañía y la escuela son privadas. Nos financian unos esponsores ingleses. No quiero dinero público. No quiero perder ilusión ni que me quiten la energía. Prefiero ir por libre, tener mis empresarios... Yo llamo a los teatros, pongo dinero de mi parte: he dado 12 becas, que son 75.000 euros, pero ahora es el momento de mi vida en que lo puedo hacer.
¿Son alumnos en prácticas o bailarines profesionales ?
Son 28 bailarines de todo el mundo y es una gozada estar con ellos. El mayor tiene 21 años. En esta compañía quiero ir cambiando al elenco. Como no es institucional, si un bailarín me gusta le pediré que se quede un año más. Tengo menos dinero, pero tengo la libertad de hacer lo que quiero. En Rusia me gasto 1.200.000 euros en La Bayadera solo en el vestuario, y aquí, con 1.200 lo tengo que hacer todo. El otro día estuve tiñendo una falda antes de una función. Pero no pasa nada, lo hago con ilusión.
Si son alumnos de alto rendimiento, entiendo que se les pagan las funciones
Sí, claro, les pagamos las funciones y dietas. Ahora en Tenerife, hemos estado en un hotel de cuatro estrellas. Todo muy profesional. Si cobramos una entrada, yo no presentaría una compañía que no está preparada.
Su escuela enseña escuela bolera ¿Por qué es importante preservarla?
Porque es una joya única en el mundo que solamente se puede enseñar en España. Desgraciadamente, desde que los Pericet fallecieron, cada vez hay menos gente que la practique. En mi escuela está una de las mejores bailarinas, Aída Gómez. Todos mis alumnos, españoles o no, tienen la obligación de recibir dos horas de escuela bolera a la semana con ella. Y todos los niños y niñas del conservatorio aprenden escuela bolera, teórica y práctica. Si estás en España y no conoces la escuela bolera, es un pecado mortal.
Además, como comentaba, ha adquirido la academia que se emplaza en el teatro que perteneció a Antonio el Bailarín. ¿Qué me puede contar del museo que le ha dedicado?
Tenemos un mantón de Manila, una vela y una foto suya. Es genial, porque aunque yo no creo en el más allá, porque soy ateo, me imagino que Antonio está contentísimo viéndonos desde algún rincón del teatro. Él era muy extravagante y donde tengo ahora un estudio, él tenía un salón donde hacía fiestas. Por allí han pasado Nureyev, Picasso, Ava Gardner, Margot Fonteyn...
¿Piensa en su legado?
No. Ahora se va a hacer una fundación, por idea de una bailarina llamada Luisa María Arias. Va a contar con cinco patronos y quiero ubicarla en la academia. Va a conceder más becas y voy a hacer labores sociales, porque tengo un teatro donde no cobro dinero. Allí invito a los vecinos, a los padres de los alumnos... La Fundación se encargará de dar cursos a niños pequeños con dificultades, a gente de la tercera edad, a personas con deficiencia motriz... Será un sitio donde tengamos mis videos, mis fotos, críticas... Es mucho, porque he trabajando en todo el mundo. En toda América, en toda Asia, en toda Europa... Tengo recuerdos estupendos: he tenido la suerte de trabajar con Forsythe, con Kylián, Mats Ek, Béjart, Christopher Bruce, de bailar con Ana Laguna... Ahora me voy a Moscú, donde soy jurado del Benois de la Danse. Las cosas buenas hay que decirlas, lo que pasa es que la gente solo se queda con las malas.