LA VERONAL TRIUNFA EN LOS PREMIOS TALÍA
La agrupación de Marcos Morau recoge tres galardones por su creación ‘Firmamento’ y Marío Bermúdez se lleva el de Mejor Coreografía por ‘Averno’. Te contamos el palmarés de danza…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 23 de abril de 2024
Firmamento, coreografía para público adolescente (en la foto) que celebra la imaginación, de la compañía barcelonesa La Veronal, se hizo anoche con tres de los más relevantes galardones para la danza en la segunda edición de los Premios Talía, organizada por la Academia de las Artes Escénicas, celebrada en el Teatro Español, de Madrid y transmitida en directo por La2 de RTVE. Mejor espectáculo de Danza, Mejor Intérprete Femenina de Danza, para Lorena Nogal, y Mejor Labor de Producción, fueron los reconocimientos que se llevó esta creación ideada por Marcos Morau.
Averno, la nueva obra de Mario Bermúdez Gil para Marcat Dance, su compañía de Jaén, que este mismo fin de semana pasado fue bailada en el Festival Dansa València, se hizo con el Premio a la Mejor Coreografía en esta noche de las artes escénicas, en la que además triunfó el bailaor David Coria como Mejor Intérprete Masculino por Los bailes robados. Vanesa Aibar, con dos nominaciones para su propuesta La reina del metal, no consiguió figurar en el palmarés.
Por lo demás, aparte del la Mejor Labor de Producción, la danza no consiguió ningún galardón en otras categorías no específicas de la disciplina, donde apenas tenía una nominación más para la Mejor Música, concedida a Elisa Tejedor por Dalet(Da), de la compañía de Daniel Abreu (también nominada a Mejor Coroegrafía), que la perdió frente a Javier Prieto, que se llevó la estatuilla por la obra teatral Mar o cómo sobrevivir un tsunami. Esta situación, que se acentúa aún más en el circo, deja la sensación de primacía del teatro como arte escénica mayor, reduciendo al resto a categorías menores, secundarias o accesorias. Más equidad en las nominaciones, redundaría en oportunidades iguales para todas las disciplinas que conforman las artes escénicas.
Conducida con acierto por Cayetana Guillén Cuervo, directora de la Academia e ideóloga de estos premios, la gala abrió con un homenaje a la actriz Concha Velasco, recientemente fallecida, con un grupo nutrido de jóvenes que se declaraban aspirantes a formar parte de la familia escénica y bailaban desmelenados Una chica ye-yé. El momento emotivo, sin duda, el homenaje al tenor Josep Carreras que recibió el Premio de Honor, con una ovación de pie.
La ceremonia, correcta y discreta, transcurrió rápida y fluida sobrepasando las dos horas, aunque no brilló especialmente por su ingenio. Se esperaba más reivindicativa al ocurrir en medio de la polémica generada por la denuncia de 14 mujeres contra el dramaturgo Ramón Paso por abusos sexuales, pero apenas si se oyeron algunas declaraciones al respecto por parte de los galardonados, siendo la más directa la actriz Victoria Luengo, cuando recogió su galardón por Prima Facie. Algunas palabras, pocas, de solidaridad para con el pueblo palestino también de dejaron oír en esta gala, que contó con la presencia del Ministro de Cultura, Ernest Urtasun y la vicepresidenta Yolanda Díaz.