NUESTROS VIEJOS
‘Moríos’ es una pieza teatral sobre los mayores y las ganas de bailar, que dirige Joan Arqué y en la que participa la coreógrafa Sol Picó. Se presenta desde hoy en el Teatro de la Abadía y ayer estuvimos con el equipo…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 11 de enero de 2024
Todos vamos a morir. No cabe duda. Pero muchos de nosotros, antes, vamos a ser mayores. Y con la velocidad de la vida hoy, eso será pronto. ¿Cómo queremos que nos perciban y nos traten, entonces? Si es como nosotros tratamos ahora a nuestros mayores, tenemos la infelicidad garantizada. Estas reflexiones genera una historia que arranca con una señora mayor que mira de lejos a un grupo de personas mayores, como ella, en una residencia. Con este tema bajo el brazo llega hoy a Madrid desde Cataluña la propuesta Moríos, que se representará en la Sala Juan de la Cruz, del Teatro de la Abadía, hasta el próximo 21 de enero.
“Es un canto a la vida, aunque reconozco que no hemos estado muy finos en el título”, nos comentaba ayer Joan Arqué, director de esta propuesta teatral nacida de la alianza entre la plataforma Cultura i Conflicte y el Teatro de l’Aurora. “Hemos querido hablar sobre la situación de la gente mayor y detenernos en un momento que fue la gota que colmó el vaso. Igualada fue una ciudad completamente confinada durante la pandemia, un hecho que generó psicosis colectiva y puso de relieve el trato y pobreza espiritual que nos damos los humanos en un momento determinado de la vida”.
Aunque, en principio, se trata de una obra teatral, la danza cobra un especial papel como recurso. No solamente porque, como dice el lema de la pieza, es “una función sobre nuestros viejos y las ganas de bailar”, sino porque al ser una obra sobre la vejez, el cuerpo adquiere un papel protagonista. Por eso se unió Sol Picó, consolidada coreógrafa en Barcelona, y participa en el elenco Montse Colomé, figura histórica y relevante de la danza contemporánea catalana.
“Para nosotros, la vida hay que bailarla, hay que hacer las cosas de otra manera”, reflexiona Arqué. “La pandemia puso de relieve una concepción de los cuerpos que han dejado de ser productivos y reproductivos. Por eso quisimos dar capitalidad al cuerpo, expresar sus posibilidades figurativas y abstractas, encontrar otra forma de vivir”.
A través de las historias cruzadas de estos seniors -una mujer mayor que carga con su soledad, un hombre que no entiende por qué está en una residencia si tiene numerosos hijos y nietos que deberían cuidarle, entre ellos-, la pieza pone el foco en estos cuerpos. “Siempre tuvimos el cuerpo como centro”, confirma Anna Maria Ricart Codina, dramaturga de esta historia. “Queríamos ver estos cuerpos bailándose y celebrándose… queríamos explorar cómo puedes disfrutar de la danza cuándo casi no te puedes mover”.
Moríos es propicia para enlazar con el programa de mediación artística con menores y mayores en riesgo de exclusión del Teatro de la Abadía, que permitirá a tres mayores de Madrid entrenarse con Sol Picó, y subir a escena estos días con el equipo catalán, el mismo que fue responsable de la obra, también de marcado carácter social, Hay alguien en el bosque, sobre el uso de la violación de mujeres como arma política en la guerra de los Balcanes.
