PENSANDO EN ELLAS
La compañía Cienfuegos Danza estrena esta semana en Valencia ‘Madame’, segunda parte se su trilogía sobre la mujer, aún en construcción. Nos los cuenta su autor, Yoshua Cienfuegos…
Texto_OMAR KHAN Foto_PACO VILLALTA
Madrid, 17 de octubre de 2023
Desde hace algún tiempo el coreógrafo valenciano Yoshua Cienfuegos (Oviedo, 1973, en la foto) viene reflexionando en femenino. Con su compañía Cienfuegos Danza a punto de llegar a 25 años de andadura en 2024, ha desarrollado una obra muy preocupada por asuntos inherentes a la danza misma, si bien es cierto que en no pocas ocasiones le han servido de puente para abordar asuntos humanistas, como ocurría en su reciente Requiem, coreografía sobre la muerte creada desde la vida y una de las producciones más ambiciosas de su catálogo. “Estoy ahora en un lugar de búsqueda en el que quiero investigar sobre las cosas que de verdad me importan”, nos confiesa sobre este marcado interés por el mundo de la mujer, que ha devenido en una trilogía sobre el inabarcable universo femenino.
Pensado para ser visto como piezas individuales o como un todo de una noche, este nuevo tríptico en plena construcción, avanzará esta semana con el estreno de Madame, la segunda de las tres, que verá la luz en dos funciones, mañana y pasado, en la Sala Matilde Salvador, de la Universidad de Valencia, y el día 20 en el Auditorio de Riba-Roja de Turia.
“Al inicio sería un solo”, nos comenta sobre Madame, que ha terminado siendo una pieza mayor para cinco bailarines. “Al proyecto se sumó la catedrática de la Universidad de Valencia Laura Monrós, que fue autora del artículo que ha sido la base conceptual de la coreografía, que se centra en Madame Barton y los tableaux vivants, que estuvieron muy de moda entre las familias adineradas del siglo XIX y eran representaciones en vivo de cuadros, esculturas y grabados”.
Dueña de una sala en Londres, la enigmática señora Barton hizo un tableux de reivindicación femenina a partir de una escultura de Ariadna, la mujer que ideó la estrategia de guiar a Teseo por el laberinto con uno de sus hilos, que generó mucha polémica por su visión adelantada de la mujer. “En la coreografía tratamos el mito de Ariadna desde la contemporaneidad, la vemos como la solución intelectual de un problema. Presento estereotipos de mujer objeto y sexualizada, de ambigüedades de género, y los llevo a la época victoriana, desde donde genero el conflicto de la pieza”.
Si el centro de Madame es la visión estereotipada de la mujer, el delicado tema del maltrato será el de Caballo blanco, la obra aún por crear que cerrará esta trilogía, mientras que el de la maternidad ha sido el eje de El parto, la primera parte, un solo estrenado el verano pasado en el Teatro Campoamor, de Oviedo. “Surgió de manera casual. Una compañera, Marina Pascual, nos narró por whatsapp cómo fue su parto, nos hablaba de lo mal que lo pasó, la inflación, el dolor y las complicaciones... no tengo instinto paternal, me cansa mucho gente conocida de mi círculo que adorna e idealiza la paternidad, y he querido hablar, con una vis cómica, sobre la parte más animal, irónica, divertida, dolorosa y realista de lo que ocurre a esa madre cuando nos trae al mundo”, concluye el creador.