SAUDADE
En ‘Bate Fado’, los portugueses Jonas & Lander intentan rescatar la danza que una vez acompañó al fado. El Mercat de les Flors los presenta mañana y pasado. Lee más…
Texto_ALBA ANZOLA Foto_JOSÉ CALDEIRA
Madrid, 19 de octubre de 2022
Comienzan a ser ya insondables, y casi siempre sorprendentes, los caminos del neofolk. Pareciera que hay nostalgia y necesidad en el mundo del contemporáneo por las danzas del pasado. Tal vez las formas nuevas están cansadas y agotadas. Quizá sea el eclecticismo de hoy lo que ahora permite licencias con esas danzas populares y tradicionales hasta hace poco denostadas y casposas. Pero si, además, de lo que se trata es de reactivar, desempolvar e innovar con una que se daba por perdida, la inquietud artística alcanza dimensión antropológica. Es el caso del equipo portugués Jonas & Lander, que mañana y pasado subirá al escenario del Mercat de les Flors, de Barcelona, para intentar rescatar y reactivar la desconocida faceta dancística de los fados.
Su espectáculo Bate Fado, sencillo y complejo a un tiempo, desvela la danza alegre que procura esta música triste. Al menos así lo conciben ellos, cinco bailarines, un fadista y cuatro músicos, que asaltan el escenario para cantar, tocar y sobre todo, bailar, el producto de una investigación larga que llevó a Jonas & Lander, líderes de la agrupación portuguesa, a desenterrar la perdida parte dancística del fado, la música más emblemática de su país.
Por supuesto, no es una forma del todo ajena, especialmente a los españoles, con ese parecido que tiene con nuestro flamenco aunque podría ser también Jarabe Tapatío. Con el tango seguro hay contaminación. Es tan diferente y al mismo tiempo familiar lo que ofrecen… es mucha la belleza y elegancia que hay en ese baile, por momentos desgarrado.
En su concepción escénica, dotan al todo de un aire kinki de extrarradio con algo de gitanería. Conciben la puesta desde una gestualidad chaplinesca y caricaturesca que les hace conectar rápidamente con la audiencia. Aunque el fin último parece reivindicar una práctica perdida del pasado, toda la estructura de la pieza se sostiene en una dramaturgia contemporánea, que le da solidez y le aleja del show folclórico reinventado.
Residentes en Lisboa, Jonas, portugués, y Lander, brasileño, unieron talentos en 2010, siendo relevante en su consolidación la propuesta Cascas d’OvO (2013). En Portugal, han contado con el apoyo y respaldo de importantes instituciones del ámbito de la nueva danza, desde el Centro Cultural de Belém, pasando por el Teatro Municipal do Porto hasta el Espaço do Tempo. Bate Fado fue éxito en el pasado Festival Veranos de la Villa, de Madrid, que ahora irrumpe en el Mercat de les Flors, de Barcelona.