SOY UNA MÁQUINA
Iraxte Ansa, Premio Nacional de Danza, lleva su compañía Metamorphosis esta semana al ciclo DanzAuditorio de Murcia y sigue ruta en el Madrid en Danza, el Cádiz en Danza o la Bienal de Venecia. Hablamos con ella y esto nos contó…
Texto_OMAR KHAN Foto_DAVID FLORES RUBIO
Madrid, 27 de abril de 2021
Cuesta trabajo conseguir algo positivo salido de la pandemia, pero aquí va una buena noticia. El coronavirus, ese que tanto nos ha quitado, también nos devolvió a Iratxe Ansa (Errentería, 1976). Los de buena memoria quizá la recuerden resolviendo en escena, con esa precisión y elegancia que le son características, las complejidades y velocidades de las obras de Nacho Duato en sus tiempos de la CND. Los de la profesión, probablemente le perdieron la pista años después, cuando bailaba para el NDT holandés, que abandonó en 2009. A partir de entonces, como artista freelance conoció mundo pero también el mundo (especialmente el de la danza internacional) la conoció a ella. No solo bailando sino en roles múltiples, todo a la vez. “Bailo y hago coreografía. Soy repetidora, doy clases, hago couching… y en Metamorphosis, la compañía que llevo con Igor Bacovich, estoy pendiente de las creaciones, la música, los textos, la producción, las funciones… Somos una máquina”.
De China a Austria. De Japón a México. De ahí a Lisboa. Así era la vida de Ansa y Bacovich. Metamorphosis Method, la metodología de trabajo que crearon a partir de sus propias necesidades como intérpretes, generaba interés en tantas partes que la vida transcurría de un avión a otro. Encargos de piezas, talleres, funciones, entrenamiento constante. Nada parecía poder cambiar esa frenética dinámica. Excepto, quizá, una pandemia. Los pilló de residentes en Teatros del Canal montando Al desnudo, y ya se quedaron. Este sofisticado dueto terminaría siendo la pieza inaugural de su Compañía Metamorphosis, asentada en Madrid.
Como no parecen estar tranquilos ni en confinamiento, toda esa energía la volcaron aquí. De hecho, ya montaron un segundo trabajo, ahora grupal, la muy deslumbrante y visualmente sugerente Elkarrizketa Ilunak (Conversaciones a oscuras). “Gracias a la Covid nos conocen por aquí. Estábamos en el extranjero todo el tiempo. Ahora tratamos de adaptarnos a España. En nuestras presentaciones recientes en País Vasco [clausuraron el relevante encuentro anual dFeria en San Sebastián, en marzo pasado] sentimos mucho cariño y respeto por el trabajo”, nos cuenta.
No solo en Donostia. España ha sido muy receptiva y generosa con el regreso de su hija pródiga. Nada más este trimestre estarán encabezando el cartel de algunos de los más importantes festivales del país. Elkarrizketa Ilunak, que ya estuvo en el Centro Cultural Terrassa, figura en la oferta del Festival Madrid en Danza, con presentaciones en el Teatro Buero Vallejo, de Alcorcón (29 de mayo), donde han hecho residencia y ya vislumbran como su nueva casa. También forma parte del Festival Cádiz en Danza, con funciones en el imponente Teatro Falla (12 de junio) y volverán a Donostia, ésta vez dentro de la Quincena Musical (23 de agosto).
Vuelta a casa
Al desnudo, por su parte, seguirá ruta con parada esta semana en el Ciclo danzAuditorio, de Murcia (30 de abril), coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Danza, y es la pieza que tendrá el honor de inaugurar en Errentería, la tierra de Ansa, el complejo cultural La Fábrica Municipal Cultural LEKUONA (29 de mayo). “Es justo donde está la que fuera mi casa, donde me crié”, informa emocionada. Todo este periplo remata, nada menos, que en el marco de la Bienal de la Danza de Venecia en verano (26 de julio), donde han sido invitados por el reputado creador Wayne McGregor, comisario este año del prestigioso encuentro veneciano.
Y allí no acaba. Entre medias, Iratxe Ansa se hizo con el Premio Nacional de Danza 2020. “El Premio le puso nombre a una persona y descubrieron su recorrido. El premio lo que ha hecho es visibilizar lo que había antes, lo que ya estaba. Pero es bonito, hace que la gente se fije. Después de las presentaciones en Donostia sentí que estaban orgullosos de que fuera una artista suya la que se había llevado el galardón”, concluye.
