LAS DIEZ COREOGRAFÍAS DE 2020
Valor añadido tienen los coreógrafos que lograron estrenar este año horribilis. Aquí va nuestra selección personal…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 30 de diciembre de 2020
No fue el año que esperábamos. Todo se torció. Covid19, confinamiento, distancia social, reducción de aforos, mascarillas y geles, miedo al teatro, miedo en general… fueron los cabecillas de la armada contra la danza y contra nuestra vida social durante este año de terror. Pero aún así hubo actividad. Sorteando todo tipo de dificultades y en alianza con teatros y festivales de la resistencia, no faltaron coreógrafos y compañías nacionales que consiguieron estrenar. Con lo poco disponible elaboramos nuestra selección personal de las diez coreografías de 2020, el año de la pandemia. Muchas de ellas apenas vieron luz, por lo que casi todas esperan girar en condiciones el año entrante. Y será un placer volver sobre ellas. Aquí va nuestra apuesta…
UNO. Sonoma
Con el proceso interrumpido por la pandemia, que terminó influyendo la propuesta, Marcos Morau y su compañía La Veronal estrenaron Sonoma en el aporreado Festival Grec, una creación emocionante y deslumbrante guiada por el surrealismo de Luis Buñuel. Con una imaginativa fuerza visual, el creador valenciano articula un discurso sobre la mujer, echa mano del folclore desde una óptica contemporánea y cierra por lo alto su pieza con el estruendo de los tambores de Calanda.
DOS. El hijo
Daniel Abreu orquesta un ritual fascinante que habla sobre ancestros, naturaleza y emociones primarias en su solo El hijo, en el que despliega su universo íntimo y personal bajo unos códigos estéticos y de movimiento propios, ya perfectamente reconocibles y consolidados. Tras su no menos destacable dueto La desnudez, por el que la polifacética bailarina y musa Dácil González se hizo con el Premio Nacional de Danza el año pasado, el creador e intérprete tinerfeño ocupa por derecho un lugar privilegiado entre los coreógrafos españoles más destacados del momento.
TRES. Le Bal de París
Blanca Li abre una puerta de tecnología pura y dura que expande horizontes para la danza del futuro. Le Bal de París es un experimento de danza inmersiva, una experiencia de realidad virtual única que traslada al espectador a un mundo de ensueño, un baile interactivo que lleva la experiencia 3D a límites antes impensables, un divertimento emocionante y lúdico, estrenado en Teatros del Canal este mismo diciembre, en un momento en el que todos, agobiados por la pandemia y la vida, necesitábamos algo así.
CUATRO. Rèquiem nocturn
La trayectoria de Pere Faura se ha construido, en buena medida, desde los referentes que han motivado su vida de coreógrafo. Puede que Gene Kelly, Travolta, Anne Teresa de Keersmaeker o el musical A Chorus Line no tengan nada que ver entre ellos pero sí en el espíritu y corazón de este creador que ahora pone el acento en Bob Fosse y su musical de aire póstumo All That Jazz para levantar Réquiem nocturn, obra superlativa de su catálogo que fue estrenada en el Festival Grec. El artista la ha anunciado como el fin de su carrera y nuestro sincero deseo de Año Nuevo es que se arrepienta.
CINCO. Dose of Paradise
Sharon Fridman apuesta por la intimidad. No renuncia a su sentido del espectáculo ni a la estética conocida de sus cuidadas producciones pero Dose of Paradise, que tiene aires de confesión, explora un universo más cerrado: el mundo de la pareja, las complejidades del amor, la dificultad de mantener la intensidad en el tiempo… para ello confía en dos bailarines muy importantes en su trayectoria, Melania Olcina y Arthur Bernard, que lo dan todo en una obra emocionante y reflexiva a un tiempo.
SEIS. Giselle
Expectativa no faltaba alrededor de la nueva apuesta de Kor’sia, que anunciaba el estreno de su versión de Giselle en Teatros del Canal, en fechas que a finales de 2019 no sabíamos que íbamos a pasar obligatoriamente encerrados. Sorteando todas las dificultades impuestas, Mattia Russo y Antonio de Rosa consiguieron estrenar su creación a inicios de este mes. Muy alejada del original conocido, consiguen una obra inquietante y plástica, de gran preocupación formal, en la que un puñado de jóvenes, en un paisaje natural ambiguo, no parece tomarse demasiado en serio ese asunto del amor, por el que en otro tiempo murieron tantas doncellas convertidas en vengadoras willis.
SIETE. Alento
Truncado por el coronavirus se vio el anunciado regreso de Antonio Najarro y su propia compañía tras su paso por la dirección del Ballet Nacional de España. Pero en uno de los momentos más cruciales y de mayor incertidumbre de la pandemia aceptó el reto de estrenar en el marco del Festival de Granada, que también apostaba por no cancelar. En medio de las restricciones consiguió ensayar Alento, revisión de la obra que estrenó con el ente público, y triunfó, conmovió al público y ratificó su creatividad en una coreografía elegante y festiva de danza española estilizada, que da continuidad a sus búsquedas.
OCHO. La muerte y la doncella
Acertó el Instituto Valenciano de Cultura cuando encargó a la coreógrafa ilicitana Asun Noales, directora de OtraDanza, una adaptación de La muerte y la doncella, de Shubert. Al contrario que otros artistas, la pandemia le dio a la creadora algo de lo que casi nunca dispone: tiempo. Y así llegó con serenidad al estreno, varias veces pospuesto, en el Gran Teatro de Elche, en octubre, con esta obra sobre la muerte dominada por un metafórico muro que parece dividir la escena dos: el lado de los vivos y el de los muertos. Una reflexión profunda de enorme belleza formal.
NUEVE. Elkarrizketa Ilunak
Cuando la muy joven compañía Metamorphosis estrenó en septiembre, dentro del ciclo Baila Canal, Elkarrizketa Ilunak (Conversaciones a oscuras) aún no se había fallado el Premio Nacional de Danza que recayó en su autora Iratxe Ansa, que la montó junto a Igor Bacovich, pero se reafirmaba el talento de esta ex bailarina de Nacho Duato y del prestigioso NDT, que junto a su compañero avanzaba en una investigación sobre capacidad de los cuerpos y fisicalidad extrema, todo enmarcado en un ambiente poblado de expresivos tubos de neón para una propuesta llena de sugerencias y referencias futuristas, casi de ciencia ficción.
DIEZ. It's a Wrap (Kubrick is Dead)
Suspendieron por coronavirus en el Mercat de les Flors, pero han sido reprogramados para mayo 2021, así que las escasas funciones no han tenido la repercusión merecida para esta nueva creación de La intrusa danza, que vuelve a reafirmar el talento de Damián Muñoz y Virginia García, quienes le han dado nueva vida y mucha danza a personajes escogidos de la filmografía de Stanley Kubrick. Seres confusos y perdidos que les permiten indagar en asuntos que siempre han sido preocupación de su trabajo como la soledad, el miedo y las inseguridades del ser humano.
