¿ERES MONCHICHI?
El dueto Wang Ramírez aporta hip hop para público familiar al Festival Dantzaldia, de Bilbao, este jueves. Lee más…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 8 de diciembre de 2020
Nació él en Francia de padre catalán y madre castellana. Nació ella en Frankfurt de padres coreanos. Ejemplos vivos de globalización se hicieron pareja sentimental y escénica en Alemania. Cuando crearon su compañía Wang Ramírez, que cruza el apellido de Hong con el de Sebastien, parecía de lo más lógico y natural que abordaran el tema de la pluriculturalidad. Son híbridos. Está en sus respectivas naturalezas. Hablan distintos idiomas, tienen distintas culturas. Pelean y se aman en distintas lenguas. Sin embargo, en el escenario les une el lenguaje corporal del hip hop y al mismo tiempo su pasión por contaminarlo con contemporáneo, con otras danzas, otros movimientos y otras poéticas.
De sus trabajos, quizá sea el dueto Monchichi (2011) su pieza más relevante y personal. La han bailado por todo el mundo, han tenido críticas extraordinarias. La autenticidad viene de que se trata de su propia historia. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que en este mundo globalizado no es tampoco tan extraño que se den estos cruces interculturales. Así que hace un par de años decidieron reinventar Monchichi en W.A.M. We are Monchichi, una obra para niños ahora con el protagonismo de dos bailarines tan diferentes como ellos. Shihiya Peng nació en Taiwán, pero vive en París. Marco di Nardo nació en Nápoles y vive en Berlín. Son como un espejo de Wang Ramírez. Revisaron la dramaturgia, simplificaron la acción para llegar a los más pequeños y pusieron en marcha este nuevo dueto sobre la esencia del viejo, que ahora llega al Festival Dantzaldia, en única función para público familiar el 10 de diciembre en La Alhóndiga de Bilbao.
“Yo he sido Bboy y un apasionado de las competiciones, del hip hop”, confirma Sebastien Ramírez, “y en este mundo conocí a Hong pero buscábamos una manera de expresarnos a través de lo coreográfico, nos gustaba la idea de una dramaturgia pero sabíamos que la única manera de conseguirlo era fuera del circuito hip hop, queríamos tener un estilo propio, y no había más posibilidad que crear un grupo”. Para ella no fue fácil. “Monchichi ha sido un largo proceso y toda una experiencia”, suspira Hong Wang. “Era mi primera pieza, todo para mí era nuevo, yo hice ballet de niña pero mi mundo es el del free style de la danza urbana, así que no sabía nada de cómo montar una pieza pero siempre sigo mi instinto y rara vez fallo”.
Aunque han ido abriéndose a nuevas rutas y experiencias, Monchichi -ahora W.A.M.-, sigue siendo su obra más emblemática. El asunto de los cruces culturales ha sido obsesión, y lo volvieron a abordar en Everyness. Tuvieron también una aproximación al flamenco de vanguardia en Felahikum (2012), un dueto que cruza flamenco y danza urbana, bailado por Hong y la española Rocío Molina, en un escenario blanco lleno de ventiladores en marcha La experiencia de Wang Ramírez es amplia y diversificada. Bailaron para Akram Khan y la mismísima Madonna se quedó prendada de sus cualidades y les invitó a participar en su gira Rebel Heart Tour (2016).
