ALOMA Y MILA BAILAN EN LA CABINA
El Festival de Mediometrajes de Valencia incluye en su sección oficial la película de danza de Tuixén Benet. Te lo contamos…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 9 de noviembre de 2020
Es curioso el filme Aloma i Mila, película en la Sección Oficial de La Cabina, Festival Internacional de Mediometrajes, de Valencia, que estará disponible en la plataforma Filmin (desde mañana 10 de noviembre, hasta el 20) y tendrá función presencial el próximo día 13 en la Filmoteca. Enmarcada en el ambiente veraniego de Marina D’Or, con su estética a caballo entre el kitsch y la decadencia, la película describe la amistad entre dos chicas (Ángela Boix y Andrea Just) que deambulan por el karaoke, los restaurantes, la playa, las habitaciones y la piscina del complejo turístico de Castellón. Su tono es intimista y su vocación es naturalista. Con una importante excepción: las dos amigas se expresan principalmente a través de la danza.
Tuixén Benet, su directora, introduce la coreografía con habilidad, como un elemento más de ese microcosmos playero en el que las chicas bailan sus emociones mientras el resto, indiferente, sigue con sus vacaciones. Más en sintonía con la idea del cine danza que el de la videocreación, se trata de la primera película de Benet, formada en danza en el Institut del Teatre, de Barcelona, y codirectora de la agrupación Les Filles Föllen, pero ahora totalmente reconvertida al audiovisual.
“Vengo de la coreografía”, confirma la creadora catalana residenciada en Estados Unidos, “pero he estado trabajando en el mundo del videoclip, los spots y el audiovisual, y desde esta experiencia pensé en hacer una película, que es Aloma i Mila, mi primer intento de narrativa audiovisual desde el mundo coreográfico”. No fue fácil. Tardó años en terminarla (se rodó hace seis) y confiesa que tuvo que hacer un Máster en Dirección Cinematográfica “para saber cómo acabarla”.
Y aunque en su trabajo actual la balanza se inclina más hacia el audiovisual (no pocas veces con danza, como ocurre con la muy coreografiada publicidad de Evax), ella se define coreógrafa. “Aloma i Mila partió de personajes literarios pero el método de trabajo para la película fue coreográfico. A las protagonistas les di un background y teníamos las localizaciones. Fuimos allí, improvisamos y grabamos”.
Benet, que este año fue galardonada con el Premio Aportación Excepcional al Cine de Danza del Festival Choreoscope, ha ido avanzando en esa investigación personal que le permite insertar danza dentro de los convencionalismos de la narrativa cinematográfica al uso, siendo Lazarus, su más reciente trabajo. “En esta nueva producción, mantengo la improvisación coreográfica dentro de la narrativa, pero trabajo sobre la imagen de la mujer en el cine, en el arte”, adelanta.