EL GREC CONTRA VIRUS Y MAREA
A pesar de las dificultades, el festival escénico de Barcelona se celebrará en julio. Hoy ha presentado su potente programación con abundante danza. Te lo contamos…
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Texto_OMAR KHAN Foto_LOUIS CLEMENT DA COSTA
Madrid, 9 de junio de 2020
Contra todo pronóstico, el Festival Grec de Barcelona se ajusta a la nueva normalidad y podrá realizarse, como es usual, durante el mes de julio en el Teatre Grec y otros espacios de la ciudad como el Mercat de les Flors, el Teatre Nacional o el Lliure. Desde el inicio de la pandemia, Cesc Casadesús, su director artístico, mantuvo firme su intención de que, de una u otra manera, el festival no perdiera continuidad y pudiera desarrollarse, siempre consciente de que no sería en las condiciones habituales. Hoy, después de mil cambios y malabares para hacerlo posible, ha anunciado su programación, este año excepcionalmente a precios populares.
Debido al estado actual en plena desescalada mundial, muchos títulos originalmente programados se quedaron en el tintero, especialmente de la oferta internacional. De ahí que hayan diseñado De Grec a Grec, un programa a mediano plazo que a lo largo de la temporada irá recuperando lo que no pudo venir este verano, destacando la reposición que ha hecho Ballet Rambert, de Enter Achilles, la coreografía que puso en el mapa a DV8 y su autor, Lloyd Newson; la nueva creación del genio griego Dimitris Papaioannou o la colaboración entre la creadora Marina Mascarell con el Orfeó Catalá.
Pero las artes del movimiento tienen mucha presencia en la programación del Grec 2020. El circo, justamente, será el encargado de abrir fuegos con A tocar! (30 de junio y 1 de julio), una producción propia del festival a cargo de la destacada compañía franco-catalana de nuevo circo Baro D’Evel, que hace una reflexión circense y con numerosos artistas invitados, sobre nuestra nueva situación, en lo que será una fiesta del fin de la desescalada y de bienvenida de nuevo al teatro.
Danza de terror
De la oferta internacional, cabría citar dos verdaderos pesos pesados. Por una parte, la prestigiosa compañía belga Peeping Tom (en la foto que abre este artículo), que estrenará en el Teatre Grec su díptico terrorífico The Missing Door / The Lost Room (19 y 20 de julio), que originalmente montaron (con un éxito arrollador) para el NDT holandés y que ahora reviven para su compañía con un nuevo elenco. Espacios opresivos, intrigas, fantasmas y una danza retorcida son los elementos de este nuevo trabajo de Gabriela Carrizo y Franck Chartier.
Por otro lado, las acrobacias de infarto de la ascendente agrupación francesa XY Compagnie (en la foto de Pascale Cholette sobre estas líneas) se ponen al servicio de un coreógrafo de renombre como Rachid Ouramdane para crear Möbius (14 y 15), una reflexión literalmente espectacular sobre el arte de volar en grupo, en la que no faltan referencias a fenómenos de la naturaleza como bancos de peces, bandadas de pájaros o enjambres de abejas.
Otra presencia internacional será la coreógrafa chileno-mexicana anclada en Austria, Amanda Piña, que estrenará Climates Dances (22 y 23), quinta entrega de su ciclo Movimientos Humanos en Peligro de Extinción, que explora la pérdida de la identidad cultural a través de dos danzas indígenas de México.
Oferta catalana
Por lo demás, el Grec ha tendido la mano programando a numerosas compañías catalanas que durante y por culpa de la pandemia, han visto suspendidos sus estrenos y aplazadas sus actuaciones. Fiel al definido estilo visual de La Veronal, Marcos Morau ha creado Sonoma (24 al 26), en la que retoma algunas ideas y momentos de El Surrealismo al servicio de la Revolución, coreografía que creó en 2016 para el Ballet Lorraine inspirándose en Luis Buñuel.
La compañía Mal Pelo, que dirige María Muñoz y Pep Ramis, por su parte, se apropiará del Museo Marítimo de Barcelona para transformarlo en escenografía para su nueva propuesta Inventions (del 4 al 6), que al mismo tiempo inaugura un proceso de investigación site-specific sobre danza, música y espacios arquitectónicos y da continuidad a su tetralogía sobre Bach, de la que ya se han visto el solo Bach y la más reciente On Goldberg Variations / Variations.
Con la gracia y humor indisociables de casi todas sus propuestas, el creador catalán Pere Faura vuelve a inspirarse en un artista que ha marcado su vida. Se trata esta vez de Bob Fosse, a quien rinde homenaje en Requiem Nocturn (7 al 9), aproximándose a esa autobiografía y declaración de principios que es su película All That Jazz, que culmina con una coreografía que celebra la muerte a tono de cabaret con bailarinas vestidas de sistema nervioso.
Pau Aran, quien ha sido bailarín de Pina Bausch, prosigue su propia investigación personal, estrenando en el Grec su nuevo solo Lettre D’amour (29 y 30), una propuesta alrededor del tema de la ausencia que encuentra su inspiración en César Moro, pintor y escritor surrealista peruano.
Y después de su muy ácida Likes, la joven creadora Nuria Guiu (en la foto de Alice Brazzit sobre estas líneas) regresa, ahora al Grec, con Spiritual Boyfriends (22 y 23), su nueva coreografía en la que con sarcasmo nos explica cómo el yoga, tan espiritual e introspectivo, se ha convertido en una maquinaria, una industria que mueve mucho dinero. Adicionalmente, la coreógrafa Andrea Jiménez, ganadora del Premio de Danza 2019 del Institut del Teatre, estrenará Luaº (27 y 28), una aproximación desde el nuevo flamenco al universo femenino.
Noches de circo
El circo también acudirá con atractivos y novedades a la cita del Grec, que presta su marco para acoger Estat d’emergencia (28 al 30), espectáculo que surge como la primera Producció Nacional de Circ de Cataluña, tras haberse alcanzado el Plan de Impulso al Circo el año pasado. Se trata de una producción de gran formato que aúna el talento de un buen número de artistas catalanes del circo.
La propuesta Geometría (8 y 9) de Roseland Music (en la foto sobre estas líneas) animará al público familiar con su ingeniosa creación en 3D, gafas y todo, en la que no faltan rayos láser y trajes led. Alba Sarraute se propone sorprender con una idea sorpresiva, su adaptación al circo del Otelo, de Shakespeare, en Desdémona (16 y 17), en la que encontramos a Yago como equilibrista maléfico, los celos representados en un número electrizante de lanzamiento de cuchillos y el famoso episodio del pañuelo transformado en acto de prestidigitador.
Y a propósito de cuchillos, Joan Catalá, hijo de herreros convertido en hombre de circo, presenta en el Grec su ingeniosa propuesta 5100 M/S (20 al 22), cuyo título alude a la velocidad del sonido al atravesar el metal. Y es que justamente de eso va su nueva obra, que trata de recuperar el apego por lo artesanal y tiene el hierro como principal elemento.
Las entradas para el GREC estarán a la venta a partir del 12 de junio.
