GRANADA DESESCALADA
Si no hay novedades trágicas con el coronavirus, el Festival de Música y Danza se celebrará este julio en Granada. Maillot y Malandain en el plano internacional, y Najarro y Ruz en el nacional ofrecerán su danza
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Texto_OMAR KHAN Foto_ALICE BLANGERO
Madrid, 31 de mayo de 2020
Desde los inicios mismos de la pandemia del coronavirus, Antonio Moral, director del célebre Festival de Música y Danza de Granada, trabajó de manera incansable junto a su equipo para evitar la suspensión, barajando siempre diversos escenarios pero evitando la suspensión. Festivales homólogos, de España y el mundo, anunciaban cancelaciones y posponían sus fechas, y él seguía prudentemente sin darse por vencido. Esta semana, finalmente, ha podido anunciar su programación. La noticia es buena, no solamente por la continuidad de este relevante evento de verano, sino porque su magnitud y envergadura animan la vuelta de la actividad escénica en todo el país, aunque sea bajo el marco de la “nueva normalidad”.
Con la esperanza de que para esas fechas, del 25 de junio al 26 de julio, Granada esté gozando ya la Fase 4 de desescalada, la 69 edición de este encuentro tendrá este año especial relevancia dadas las circunstancias. La nueva programación, que se ha diseñado en apenas 15 días, ofrecerá hasta 44 espectáculos (principalmente conciertos) y en la inauguración, el Requiem de Mozart sonará en la Catedral como sentido homenaje a las víctimas de la pandemia.
Para la danza será un momento esperanzador al poder regresar a los escenarios tras este parón desesperante. La presencia al completo de Los Ballets de Montecarlo, con dos funciones de la versión de La fierecilla domada (en la foto), de Jean-Christophe Maillot, los días 18 y 19 de julio en los imponentes Jardines del Generalife será el gran momento de danza de las jornadas, destacando también el estreno español de La Pastorale (2 de julio también en el Generalife), coreografía de Thierry Malandain para su grupo el Malandain Ballet Biarritz, basada en la obra monumental de Beethoven, el músico homenajeado este año en el festival.
La danza nacional vivirá dos relevantes momentos. Por un lado, Antonio Najarro verá el resurgir de propia compañía después del largo paréntesis que supuso hacerse cargo del Ballet Nacional de España. Con una revisión y ampliación de su emocionante coreografía Alento (11 de julio en el Generalife) el destacado coreógrafo vuelve a los escenarios con su propio proyecto. Por su parte, el creador cordobés Antonio Ruz vuelve a reunirse con el grupo italiano de investigación barroca Accademia del Piacere, con el que estrena Gugurumbé, (15 de julio, en Generalife) que indaga esta vez en cómo las danzas del barroco influyeron en el germen del flamenco.