Influencias
Coreografías: Molnar/Pite/Eyal
Festival Movimentos
Kraftwerk (Wolfsburg, Alemania)
5 de abril de 2018
Del todo interesante resulta el potente repertorio que la exbailarina de William Forsythe, Emily Molnar, ha diseñado para el British Columbia Ballet (BC), agrupación canadiense que dirige con inteligencia desde 2009. En su reciente gira europea recalaron en el Festival Movimentos, que se celebra en la isla Autostadt, sede de Volkswagen, en la ciudad de alemana de Wolfsburg. En ese magnífico entorno industrial presentaron un programa representativo y muy femenino con obras de la misma Molnar, la canadiense de moda Crystal Pite, que se formó en esta misma agrupación, y la destacada coreógrafa de Israel Sharon Eyal que, en otro tiempo, fuese asistente de Ohad Naharin. En las tres piezas, sus autoras, creadoras de generaciones recientes, mostraron trabajos que indiscutiblemente traen la influencia y sello de sus maestros, empezando por 16+ A Room, en la que Molnar desde su propia perspectiva crea un trabajo dinámico, un poco frío y muy preocupado por la composición, que trae ecos del Forsythe del Ballet de Frankfurt, especialmente de su contundente The Loss of The Small Detail. Crystal Pite, también exbailarina de Forsythe, que ha sido artista residente del NDT holandés y es directora de su propia agrupación Kid Pivott, en Vancouver, no puede ocultar la herencia estética de la casa de La Haya que tuvo el sello de Jiri Kylián, en su poética y sorprendente Solo Echo (en la foto), coreografía en la que una perenne y tenue nevada va cayendo sobre los cuerpos perfectamente alineados y comprometidos de los entrenados bailarines del BC, capaces de adaptarse a las exigencias de los coreógrafos invitados, como se evidencia en Bill, donde asimilan con naturalidad en sus cuerpos el estilo inconfundible de Ohad Naharin, director de la Batsheva, compañía de Tel Aviv, heredado por Eyal. En Bill, la coreógrafa, que la ha creado junto a Gai Behar, rinde homenaje al videocreador Bill Viola, en una puesta en escena hipnótica y alucinante que tiene su peso en la fuerza visual, combinada con el eclecticismo musical y el trabajo del grupo que se mueve bajo una iluminación muy precisa y expresiva, creando una atmósfera atractiva, a veces perturbadora. Ovacionado por el público, el BC ofreció en la ciudad alemana una noche de influencias muy bien asimiladas por inteligentes pupilas, una tónica que marca la línea de acción de esta sólida compañía canadiense.
OMAR KHAN