LA CND CONECTA A BALANCHINE, FORSYTHE Y GODANI
Muriel Romero estrena mañana con el ente público en el Teatro de la Zarzuela ‘NumEros’, un programa triple que hace un trazado sobre la evolución del neoclásico. Te lo contamos…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 10 de diciembre de 2025
Es obvio que con un programa triple de poco más de hora y media no se puede hacer una gran revisión de momentos históricos y decisivos de la historia del ballet pero resulta evidente que con el programa NumEros, que estrena mañana en el madrileño Teatro de La Zarzuela la Compañía Nacional de Danza (CND), con funciones hasta el 21 de diciembre, Muriel Romero, directora artística del ente público, ha querido resaltar aspectos más allá del valor intrínseco de cada una de las tres coreografías que conforman el programa: Serenade, de George Balanchine; Playlist (Track 1 y 2), de William Forsythe, y Echoes From a Restless Soul, de Jacopo Godani (en la foto).
Un primer y simple vistazo, atendiendo a la relevancia y papel de los creadores programados, nos da ciertas pistas sobre los esfuerzos de modernización del ballet que se hicieron durante el siglo XX, en pleno auge del negacionismo del academicismo impulsado por las vanguardias más radicales de la danza contemporánea. Balanchine no fue solamente un gran coreógrafo sino el fundador de un ballet neoclásico que instauró la llamada escuela norteamericana, una corriente decisiva, con sede en el New York City Ballet, que supo colocar a la técnica clásica en otras coordenadas alejadas de narrativas con princesas.
Serenade (1934) está considerada la coreografía fundacional de este estilo. Fue el primer ballet que Balanchine, de origen ruso, hizo en Nueva York y, aunque el punto de partida son los tropiezos y logros que ocurren durante los ensayos de un ballet, responde a lo que vendría a ser su neoclásico, sustentado en la belleza y perfección de las formas. Abstracto y atento a la musicalidad de los cuerpos.
Es del todo curioso que siendo norteamericano, William Forsythe fuera un incomprendido en casa que terminaría desarrollando su carrera en el hoy extinto Frankfurt Ballet, en Alemania, quizá porque Europa parecía más permeable y preparada para la radicalidad trasgresora de sus propuestas hechas desde la técnica clásica. Con sus deslumbrantes obras monumentales, el creador parecía preguntarse y preguntarnos ¿quién dijo el ballet solo puede estar al servicio de narrativas fantasiosas? Ante sus piezas desenfadadas y vanguardistas, Balanchine parecía conservador.

Influjo Forsythe
Aún cuando Playlist (Tracks 1 y 2) (en la foto) no es tan famosa ni conocida, como por ejemplo, In the Middle Somewhat Elevated (que figura en el repertorio de la CND), es representativa del ingenio, rupturismo, desenfado y sentido del humor de Forsythe, una miniatura bailada solo por chicos que ensalza el lado masculino de la técnica clásica.
La vigencia e influencia de Forsythe en el siglo XXI se constata en sus discípulos. El italiano Jacopo Godani, uno de ellos. Tras la increíble experiencia del Frankfurt Ballet, que cambió para siempre el concepto de compañía de repertorio en el planeta, el coreógrafo norteamericano se puso al frente de la Forsythe Company (hoy Dresden Frankfurt Dance Company), que terminó abandonando cuando sus intereses como artista fueron tomando otros derroteros lejos de sus hazañas rupturistas con el ballet clásico. Quien heredó la dirección artística (y estilo y modos) de aquel proyecto fue justamente Jacopo Godani, en un principio imitador del maestro y hoy, como bien demuestra Echoes From a Restless Soul, un sólido coreógrafo que ha dado continuidad a aquel legado. Hasta 2023 estuvo al frente de la compañía alemana.
NumEros es un programa que promete reconectar al público con la idea de Compañía Nacional de Danza que está sembrada en el inconsciente colectivo nacional. Es verdad que en los últimos lustros no se prestó atención alguna a Balanchine dentro del repertorio, pero en los años ochenta del siglo pasado, cuando la CND se llamaba Ballet Nacional de España Clásico, su entonces directora artística, María de Ávila, sí que entendió la importancia de programarlo. De hecho, en aquellos años la compañía, entre otros trabajos como Los cuatro temperamentos, bailó esta misma Serenade, que con acierto la CND recupera esta semana.
A pesar de que con frecuencia se recuerda a la CND como una compañía de autor durante los 20 años que la dirigió Nacho Duato, a veces se olvida que durante estas dos décadas se bailaron numerosas obras de creadores foráneos, con especial interés en Forsythe. Ya durante la dirección artística de José Carlos Martínez, hoy director del Ballet de la Ópera de París, la CND llegó a bailar hasta dos programas centrados exclusivamente en el creador norteamericano. La inclusión ahora de Godani como representativo de la generación pos-Forsythe es aportación propia de Muriel Romero al repertorio de la CND. Después de La Zarzuela, NumEros emprende gira el año próximo, con fechas ya cerradas en el Teatro Calderón de Valladolid y el Palau de les Arts, de Valencia.






