DANZA DE CINE EN PAPEL
Coordinado por el español Nicolas Villodre se ha editado en Francia ‘Cinédanse’, libro en el que un puñado de especialistas reflexiona sobre cincuenta películas ejemplares de la relación entre cámara y cuerpo danzante. Te lo contamos…
Texto_REDACCIÓN
Madrid, 12 de noviembre de 2025
Sobre cine y danza se ha escrito mucho, pero usualmente se trata de registrar, encontrar y destacar la danza en Hollywood, el musical en Broadway o simplemente la danza y el ballet en el cine de ficción. Lo innovador de Cinédanse (Nouvelles Éditions Scala, Francia, 2024), el libro que ha coordinado el español parisino Nicolas Villodre junto a la bailarina Dominique Rebaud, es que reúne a una cuarentena de especialistas en cine y danza para analizar cincuenta obras que han marcado el encuentro entre el séptimo arte y el arte de Terpsícore. Más que un inventario, el volumen propone un recorrido sensible por la “la danza para la cámara”, ese espacio híbrido —entre el cine, la vídeodanza y la creación digital— donde el movimiento encuentra una nueva forma de escritura visual.
En estas páginas, Villodre recuerda que la danza moderna y el cinematógrafo nacen casi al mismo tiempo, con los experimentos pre-cinematográficos de Muybridge, Marey y Demenÿ, y que el cine se ha convertido, con el paso del tiempo, en el medio más fiel para registrar la memoria del cuerpo en movimiento. Cinédanse no busca cerrar un canon, sino invitar a ver y a escuchar de otro modo esas películas que han hecho de la cámara una aliada del gesto y la emoción.
En un volumen de gran formato, cuidada maquetación y una colección impagable de fotografías muy bien seleccionadas, este libro -editado por ahora solo en francés-, propone una mirada verdaderamente poliédrica y panorámica, apoyada por imágenes y textos que permiten la aproximación y comprensión de este matrimonio entre cámara y cuerpo danzante, deteniéndose en cincuenta momentos cruciales. Allí están obras primigenias como las Spanish Dancers, de Edison en 1901 o los registros cinematográficos de enorme valor que pudieron captar en movimiento a Isadora, Anna Pavolova, Mary Wigman, Loïe Fuller, Charles Chaplin, Maurice Béjart, Josephine Baker, nuestra Carmen Amaya, o los japoneses Tatsumi Hijikata y Kazuo Ohno.
Pero también creaciones fílmicas ingeniosas y deslumbrantes como el Ballet Tríadico, de Schlemmer, rodado por Franz Schömbs; la maravillosa película de Sol Lewitt que acompaña la coreografía Dance, de la precursora minimalista Lucinda Childs, Steve Paxton bailando las Variaciones Goldberg en el filme de Walter Verdin o Les demoiselles de Rochefort, del genial Jacques Demy, que ocupa la portada de Cinédanse.
Nacido en España a mediados de los años cincuenta, Nicolas Villodre creció en la región parisina, donde descubrió su pasión por el cine en las salas de barrio y en la famosa Cinemateca francesa. Ha formado parte de la Cinémathèque de la Danse, creada por Patrick Bensard, donde profundizó en el diálogo entre danza y cámara. Crítico y ensayista prolífico, ha publicado en revistas como Photographies, CinéMAction, Pour la danse o Mouvement, además de colaborar en obras colectivas de referencia como Jeune, dure et pure, el Diccionario Larousse de la Danse o el Diccionario de las creadoras.






