LA NACIÓN SOY YO
Dos piezas y un estreno conforman el Programa Extendido con el que Evinson aterriza esta semana en el Mercat de les Flors, donde es Artista Asociado. Nos lo cuenta...
Texto_JUDIT GALLART Foto_VLADIMIR POSHYVANYUK
Madrid, 28 de enero de 2025
Con un trabajo que oscila entre la performance, el teatro y la danza, buscando generar situaciones que especulen con diferentes estructuras de poder mediante el texto, el cuerpo y el espacio, el barcelonés Søren Evinson aborda esta semana, del 30 de enero al 02 de febrero, el Mercat de les Flors como artista asociado para presentar un Programa Expandido compuesto por dos piezas y un estreno.
La pieza inédita llega bajo el nombre de Vanity, Poverty, Revenge poniendo el foco en toda una serie de fenómenos culturales y políticos como la hiper-medicalización de las sociedades o el robo del espacio público para exponer cómo estas miserias occidentales encuentran su forma en la producción cultural.
“La pieza es una estetización de las dinámicas de disrupción en las calles, disrupciones que a menudo ocurren como reacción a situaciones de desorganización política, y que son rápidamente absorbidas por los medios y criminalizadas por la política”, nos cuenta este creador sobre un trabajo en el que ha decidido desplazarse de la escena, algo poco habitual en un artista cuyo repertorio está compuesto principalmente por solos representados por sí mismo.
“El reto mayor de estar trabajando solo es poderte mirar desde fuera, algo que requiere de un trabajo de abstracción muy bestia cuando estás dentro. En cambio, cuando trabajas con otros cuerpos tienes el privilegio de poder estar mirando el objeto desde fuera y en ese sentido se hace más sencillo”.
Delega así en tres intérpretes para esta nueva creación, en la que hace uso de la alta costura para lanzar una crítica contra los procesos y modos de producción cultural, dejando entrever el mensaje de que un cuerpo es siempre susceptible de convertirse en material de mercado. “Estamos mirando la alta costura en términos de cuerpo, cómo el cuerpo, los materiales del cuerpo, el gesto, la mirada, incluso el sonido del cuerpo, la voz, la palabra, son susceptibles de ser de alguna manera absorbidos, mimetizados, replicados por la alta costura y por la producción cultural en general”, adelanta el artista respecto a la pieza, que es coproducida por el Mercat de les Flors.
Identidad
Palabra, canto y movimiento son, en cambio, las herramientas escogidas para conducir Just desire, la segunda pieza programada que, tras haber sido expuesta en más de 40 representaciones, regresa a Barcelona en formato de solo. Interpretada por un performer que se asemeja más a un modelo, en un espacio que pretende concebirse como una pasarela y no tanto como un escenario, el movimiento de Evison conecta aquí con el arte de desfilar y la hiper-conciencia de la mirada ajena otorgando especial relevancia a los múltiples objetos que inundan la escena.
“Just desire es una pieza con muchísimo texto en la que trabajo sobre cuestiones relacionadas con la formación y destrucción de la identidad a través del consumo emulando una especie de boutique que da cuenta del estado del consumo de la situación con carcasas y cadenas que cuelgan”, nos relata este creador formado en el Insitut del Teatre y en Londres, pero que ha mantenido un fuerte vínculo con Alemania, donde vivió diez años, ejerciendo Berlín un fuerte influjo en él.
Con una bandera desmontable presidiendo la escena, A nation is born in me, es el solo escogido para poner el broche final a este Programa Expandido. Se trata de su primera creación, un unipersonal que se estrenó en el Festival TNT Terrassa, en 2018, un trabajo que bebe de las corrientes políticas extremas, en especial del neofascismo del siglo XXI, generando una intensa, pero ligera -aunque con un contrato no muy claro-, relación directa entre performer y público en la que la inestabilidad cobra especial relevancia en el hecho escénico.
“Se construye a través de una serie de acciones físicas que tienen que ver con empujar, tirar, sostener, dejar caer, pero también hay un nivel más afectivo de cuestiones relacionadas con la repulsión y la seducción, con el odio y el amor, y la relación de dependencia que se genera en esos extremos aparentes, la manera en la que el odio puedo estar sujetado por el amor, por ejemplo”.






