ENTRE TU CUERPO Y EL MÍO
Esta noche, en el Teatro Arriaga, la bilbaína Eva Guerrero estrena ‘Tierra de nadie’, una pieza para cuatro mujeres, danza y voz y música, de las que nos ha hablado…
Texto_OMAR KHAN Fotos_DOOS Colectivo
Madrid, 23 de noviembre de 2023
Tierra de nadie nos invita a explorar un sitio que no es un lugar. Como esos territorios baldíos que no pertenecen a nadie, salvo al cuerpo que los habite. Cuatro mujeres, danza, voz y música convergen en escena para hablar y sugerir muchas cosas, que van desde el mar o la naturaleza, pero sobre todo se quiere centrar en los cuerpos: el propio, el del otro y el espacio que media entre ambos. La bilbaína Eva Guerrero estrena esta noche en el Teatro Arriaga, de su ciudad, la nueva producción de Colectivo DOOS, Tierra de nadie, bailada por la propia Guerrero junto a Garazi Lopez de Armentia y la música en directo de Yolanda Bustillo y Carla Sevilla.
“Este trabajo nace de una investigación sobre dónde empieza un cuerpo y donde acaba el del otro, el tuyo y el mío… ese espacio entre un cuerpo y otro, en el que los cuerpos se encuentran y que nos pertenecen… este fue el punto de partida y desde allí, hicimos muchas pruebas y experimentos donde trabajamos en torno a la manipulación, cuán cerca y lejos estoy para no afectarte, la percepción, la sensibilidad… pruebas físicas de mucha paciencia y repetición”.
Largos procesos
Eva Guerrero va sintiendo cada vez más que para ella los procesos no pueden ser precipitados, de ensayar un rato y estrenar más tarde. La investigación de Tierra de nadie ocupa su cabeza desde 2019 y se siente cómoda con estos ritmos. El proceso incluyó trabajos de campo, en plena naturaleza. Para ella, todas estas búsquedas no necesariamente tienen le meta de llegar nítidas al espectador.
“Siempre parto de la idea de que mi concepto es más una cosa mía, no necesito que se entienda al cien por cien porque me interesa más que el público se adentre en la atmosfera y emociones que quiero trasmitir, entender la poética, la plasticidad, los momentos extraños, donde no se sabe lo que es real y lo que es imaginario…”
Aunque baila en Tierra de nadie, Guerrero nunca se ha sentido bailarina. Al contrario de tantos, desde el inicio (tardío) quiso ser coreógrafa. “Con 18 años quería ser actriz y estudié teatro. Hasta entonces, para mí la danza era ballet”, rememora. “Pero desde el primer año, entre tantas otras, tenía como asignatura danza contemporánea y me provocó algo que no tengo palabras para definir, así que después de cuatro años de carrera, decidí que yo quería crear espectáculos de danza. No tanto como bailarina sino como creadora”.
Su primera coreografía fue una pieza de 15 minutos que se llamaba Uno mas uno es igual a uno (2005), de la que dice guardar muy buenos recuerdos. Pero fue en 2013 cuando creó en Bilbao DOOS Colectivo, junto a Jemima Cano, y poco a poco se fue haciendo con una familia, un grupo de colaboradores cercanos que pasan con ella de una producción a otra, que incluye trabajos como LOF (Ladies of Fight), Gorpuztu o ESNA. Aunque muy diferentes, son obras que coinciden en una preocupación muy relevante de su creadora. “Siempre termino hablando de las relaciones humanas, de los límites del aguante, de lo racional y lo animal, pero sobre todo, de las relaciones humanas”, concluye.