KOR'SIA ALPINISTA
La compañía madrileña mira hacia la montaña como metáfora de un nuevo Renacimiento en ‘Mont Ventroux’, que se estrena mañana en Condeduque. Sus artífices nos lo han contado…
Texto_OMAR KHAN Fotos_KITO MUÑOZ
Madrid, 18 de octubre de 2023
Cuando Kor’sia quiere mirar hacia adelante echa la vista atrás. Ahora también hacia arriba. La compañía madrileña que dirigen los italianos Mattia Russo y Antonio de Rosa, siempre en complicidad con la bailarina e investigadora valenciana Agnés López Río, han desarrollado un trabajo que legitima el pasado como portavoz de futuro. Son firmes creyentes y hábiles traductores de las lecciones para hoy que nos han dejado los que vivieron ayer.
Desentrañar mensajes ocultos en el ballet ha ocupado un segmento importante de su creación. Revisaron, muy a su manera, el Romanticismo desde su Giselle, y en su creación Igra, se fijaron, no sin segundas intenciones sociológicas, en el ballet menos conocido y difundido de Nijinsky, del que extrajeron conclusiones sobre la represión y el conservadurismo que él y su hermana Nijinska, padecieron en el París de las vanguardias. Ahora, ha llegado el turno de Petrarca y la montaña.
“Es nuestra forma de trabajar. Nos inspiramos en el pasado para hablar del presente. En obras anteriores nos habíamos centrado en el arte, específicamente en el ballet, y aquí nos hemos ido más a la literatura clásica italiana, pero es la misma línea de investigación”, nos confirma Mattia Russo sobre los orígenes de Mont Ventroux, la nueva creación que la compañía estrena mañana (con funciones hasta el domingo 22), en el Centro Cultural Condeduque, de Madrid.
En su novísima coreografía reinterpretan –siempre a su manera- aquella carta que Petrarca escribió en 1336 para relatar a un amigo su ascenso a una montaña, una misiva sencilla y afable, que hablaba quizá por primera vez sobre alpinismo, pero que no obstante, para muchos investigadores, supone el punto de arranque del Renacimiento. El ascenso de un nuevo hombre hacia la luz y en comunión con la naturaleza, en contraposición al descenso hacia la oscuridad que había supuesto toda la Edad Media.
“Si Dante baja a los infiernos, Petrarca sube a la montaña”, reflexiona Agnés López. “Desde luego vimos una metáfora clarísima de asuntos religiosos como la ascensión a los cielos y el descenso a los infiernos pero no hemos querido abordarlo desde el punto de vista religioso sino como la unión entre individuo y humanismo, como el inicio de una construcción antropocéntrica, un ir hacia la naturaleza que nos pareció una idea muy apropiada en estos días de crisis climática y migratoria, sostenibilidad, trata de blancas… a medida que lo estudiábamos se nos abrían infinitas puertas”.
Ir escalando…
La reflexión supone la quintaesencia de Kor’sia, esa idea de escarbar en el pasado para encontrar soluciones a los problemas del presente. “Queremos dejar un mensaje que procure una reflexión, llamar la atención sobre la necesidad de ir escalando… ese queremos que sea nuestro granito de arena a esta problemática. Pero en positivo, no queremos enviar mensajes apocalípticos ni catastrofistas”, apunta Russo. “Tenemos que volver al Renacimiento. Tenemos que frenar el ritmo que llevamos, necesitamos una vuelta atrás para generar un cambio de paradigma que nos permita sobrevivir”, zanja López Río.
Que nadie espere tampoco ver al personaje de Petrarca bailando montaña arriba. No había claramente un Nijinsky danzando en Igra y ni siquiera había una Giselle fantasmagórica en su Giselle. Desde asuntos históricos y personajes muy concretos, los Kor’sia crean metáforas contundentes en obras nada explícitas, llenas de referencias y sugerencias, donde prevalece la danza como lenguaje expresivo. Después de todo, el tándem Russo/De Rosa viene de una sólida formación clásica. Brillaron como bailarines en el Teatro alla Scala, de Milán, y en nuestra Compañía Nacional de Danza.
“Trabajamos la dramaturgia de Mount Ventroux desde el pensamiento, la música o, muy especialmente, la pintura renacentista, porque lo visual es siempre un gran referente para nosotros. Tocamos asuntos de hoy desde una temporalidad distinta, es como un hilo conductor pero que no tiene un sentido cronológico”, advierte Antonio de Rosa.
“En nuestro proceso comenzamos a buscar las metáforas en el movimiento, la música o el espacio escénico para desde allí trasladar estas sensaciones al público, generando imágenes que resulten evocadoras, que nos lleven a situarnos en elementos propios del Renacimiento”, concluye Russo.
