TODAS LAS PERSONALIDADES DE MI PERSONA
Patricia Guerrero estrena este sábado 30 de septiembre ‘Alter Ego’ en el ciclo Canal Baila, pieza que la vuelve a reunir con Alfonso Losa. Nos lo ha contado...
Texto JUDIT GALLART Fotos_CECILIA YEYEN
Madrid, 26 de septiembre de 2023
La profunda conexión y admiración artística que se rinden mutuamente Patricia Guerrero (Granada, 1990) y Alfonso Losa los ha conducido, una vez más, a colaborar juntos. El resultado esta vez ha sido Alter Ego, un encuentro entre dos cuerpos que se descubren por medio del flamenco al tiempo que estimulan sus reacciones más viscerales en una búsqueda incansable de su alter ego. “Se trata de un dueto en el que al comienzo del espectáculo veremos nuestras personalidades con sus propias características, pero poco a poco comienzan a salir esas otras que solo aparecen en nuestro baile. Al final, es un encuentro entre dos cuerpos que crean una tercera personalidad en su conjunto”, afirma Guerrero, que la estrenará este sábado 30 de septiembre (con función adicional el 01 de octubre) en los Teatros del Canal como parte de la programación del Ciclo Canal Baila.
Alter Ego supone un nuevo acercamiento entre dos artistas obsesionados con crear algo único y que, en esta ocasión, ha sido nada menos que una personalidad nunca antes mostrada como resultado de un proceso tan generoso como contendiente.
“Ha sido un proceso muy generoso por nuestra parte, hemos delegado en la otra persona y creo que eso es algo muy importante a la hora de juntarse con otros artistas. Se ha tratado de un aprendizaje continuo, también ese ha sido uno de nuestros retos, preservar esas ganas de aprender, esa ilusión casi infantil que tiene uno cuando sigue aprendiendo”, reconoce la artista.
Y es que sólo a través de su danza, Guerrero logra llegar a lugares inhóspitos que se hayan dentro de sí misma y que, a menudo, se materializan sobre el escenario como identidades inéditas. “Yo creo que estoy compuesta por diferentes personalidades, no soy una única personalidad y lo cierto es que cuando bailo saco algo de mí que no puedo sacar cuando estoy fuera del escenario”.
En escena consigue ser ella misma y sacar todo lo que lleva dentro, una explosión identitaria que puede tener cabida tanto en tablaos como en teatros. “No me podría quedar con uno solo, son sensaciones totalmente distintas. Lo que tu vives en un tablao es algo muy especial porque muchas veces no tienes ni idea de quien te va a tocar, de quien te va a cantar y eso que ocurre ahí no volverá a ocurrir jamás, es algo único, muy vital, mucho más animal, inconsciente incluso. Pero en el teatro, cuando presentas un proyecto eso te lleva a otro tipo de satisfacción, es como una especie de hijo, un hijo creado por mí”, se sincera.
Un impulso
Hija de una bailaora que supo introducirla y acercarla a los mejores maestros, Guerrero reconoce que nunca imaginó que un galardón como el Premio Nacional de Danza, que le fue otorgado el año pasado por su interpretación en La bella Otero, de Rubén Olmo para el Ballet Nacional de España (BNE), pudiera terminar en sus manos. “Jamás se me pasó por la cabeza que me lo fueran a dar y menos a una edad tan joven. Para mí ha sido un impulso, no tanto profesionalmente, aunque desde luego es una confirmación de que estoy haciendo las cosas bien, pero el impulso principalmente ha sido personal y emocional”.
Con una carrera extensísima que la ha trasportado a los escenarios más prestigiosos y la ha conducido junto a artistas de la talla de Sara Cano o Antonio Najarro, la bailaora reconoce que ha habido momentos clave en su trayectoria profesional. “La Compañía de Mario Maya, mi trabajo con Arcángel o estar con Rubén Olmo en el Ballet Flamenco de Andalucía han sido momentos muy importantes para mí, pero creo que cuando lancé mi compañía y presenté Catedral fue un antes y un después en mi carrera. Estos han sido momentos clave que me han marcado mucho y que de alguna manera han ido definiendo hacia donde podía dirigirme, principalmente porque he tenido la suerte de cruzarme con grandes artístas”, concluye.
