VALENCIA FIN DE FIESTA
El Festival Dansa València clausuró ayer su 36 edición, legítimamente convertido en referencia y referente de la danza nacional. Intentamos hacer balance de estos días intensos…
Texto_OMAR KHAN Fotos_JOSÉ JORDÁ
Valencia, 24 de abril de 2023
La primera señal que permite medir el triunfo de un festival radica, sin duda, en la ocupación. En este sentido, la trigésimo sexta edición del Festival Dansa València, que clausuró anoche, mantuvo los teatros llenos y las plazas concurridas desde el 15 de abril hasta ayer. Se escucharon no pocas ovaciones, algunas de pie (Marco Ferreira Da Silva, que fue la tradicional compañía internacional invitada, Poliana Lima, La Chachi, Aina Alegre…). La danza reclamó un espacio en la vida de la ciudad durante estos días intensos. Estando en Valencia, se sentía y se sabía que había un festival de danza. La ciudad bailó.
Amplia y diversificada, la programación diseñada por María José Mora, su directora, ofreció una visión panorámica de la producción nacional. Más allá del me gusta o no me gusta, el conjunto, con sus virtudes y defectos, fue coherente mostrando las virtudes y defectos de la danza que hacemos. Imperó la diversificación estilística, temática y geográfica de lo que bailamos. Todos los estilos y nuevas tendencias. Grandes formatos, medianos, pequeños y experimentales. Respondió a la noción de star system, con figuras de renombre de la danza contemporánea (Antonio Ruz, Luz Arcas, Daniel Abreu…). Apoyó a la danza local (Marroch, Paula Serrano, Rosa Sanz…) y dio espacio y visibilidad a creadores emergentes (Mucha muchacha, laSADCUM, Led Silhouette, Laimperfecta, en la foto debajo…)
Foco internacional
En paralelo, y esto es novedad relevante, mostró claramente sus aspiraciones de convertirse en un punto de reunión indispensable para la profesión y todavía más allá, en un atractivo foco para agentes e instituciones de la danza internacional. Apunta a que puede llegar a serlo su notable poder de convocatoria, con asistencia de directores y representantes de teatros, festivales e instituciones de importancia para la profesión (Mercat de les Flors, Festival Grec, Centro Cultural Condeduque…). Hubo para ellos, una agenda específica de actividades.
Como aportación para la gente de danza hubo talleres y workshops. Para la ciudadanía, entre otros, la exitosa experiencia de recorridos con espectadores conducido por la periodista Sara Esteller y para agentes de aquí de fuera, un Focus València y unas jornadas profesionales de presentación de proyectos. Para todos, un grueso puñado de buenos espectáculos.
Fueron pues, días intensos en Valencia. La danza lució cómoda y feliz encajada en la ciudad. Como rezaba su eslogan, la danza resonó.
