INSISTENCIA Y PERSEVERANCIA
La obstinada coreografía ‘Any attempt will end in crushed bodies and shattered bones’, para 16 bailarines de entre 16 y 69 años, del creador belga Jan Martens, se verá los días 03 y 04 de febrero en el Teatro Central de Sevilla. Te lo contamos…
Texto_MARÍA INÉS VILLASMIL Fotos_PHIL DEPREZ
Madrid, 01 de febrero de 2023
Si hay algo que queda en el aire al finalizar Any attempt will end in crushed bodies and shattered bones (Cualquier intento terminará en cuerpos aplastados y huesos destrozados) del coreógrafo Jan Martens (Beveren, 1984), es la sensación de perseverancia, de insistir y resistir hasta el final e ir tan lejos como sea posible con un material sonoro y físico que impresiona por su meticulosa composición e interpretación, pero también por su perfecto mecanismo de relojería en escena, que volverá a ponerse en marcha los próximos 03 y 04 de febrero, cuando el ecléctico equipo de bailarines del ascendente creador belga vuelva a este tour-de-force sobre el escenario del Teatro Central, de Sevilla.
Con este nuevo espectáculo, que es una lógica continuación de su trabajo coreográfico anterior -aunque sea ésta la primera vez con un gran número de bailarines en escena- nos aproximamos a una danza que es fiel reflejo del mundo de hoy. Diecisiete bailarines entre 16 y 69 años de edad y de distintos colores de piel, entrenamiento físico y género, muestran una diversidad de cuerpos que consigue mantener su individualidad en escena pero que son un perfecto ensamble cuando el coreógrafo lo requiere. Martens pidió a los intérpretes que crearan su propio material y su tarea como autor fue configurar todas esas diferentes expresiones en un gesto común. A través de numerosos solos y dúos, el público conoce a los bailarines uno por uno, y los movimientos y expresiones individuales no sólo se incluyen en el tempo global, sino que también se sitúan en el espacio.
Dos movimientos del Concierto para clavicémbalo y cuerdas, de Górecki, dominan en esta nueva obra del coreógrafo y a ratos se convierten en un mantra que suena múltiples veces y quizá envuelve el mismo material coreográfico mostrándolo en distintas perspectivas, pero el desarrollo de la pieza no se detiene y sigue desplegándose y volviéndose cada vez más complejo.
Sobrevivir la partitura
Las luces de Jan Federer junto a un diseño escenográfico clínicamente impecable, son la plataforma perfecta para observar a los bailarines insistiendo y sobreviviendo a una partitura musical ampliamente conocida, pero que sin embargo no hace del espectáculo algo previsible. Al contrario, engancha desde el principio hasta el climático final. A ratos podría pensarse que es un frio ejercicio coreográfico que no invita a introducirse en su perfeccionista maquinaria, pero es mas bien envolvente y la insistencia del coreógrafo, hipnotizante.
Los intérpretes parecen sobrevivir a las exigencias temporales de la propuesta, pero también a las demandas del mundo de hoy. La obra usa fragmentos de textos tomados de Ali Smith y Kate Tempest y ello otorga una lectura aun más profunda, que logra impactar al tocar temas tan profundos en medio de un impecable ensamble coreográfico. Los textos de Ali Smith tomados de su obra Spring cuestionan directamente el poder del grupo en las redes sociales, dejando una reflexión sobre el trabajo de Martens pero también sobre las exigencias de la sociedad de hoy que en palabras de Smith es “una bestia impaciente que quiere más y más, y cada vez más rápido”.
Cualquier intento terminará en cuerpos aplastados y huesos destrozados, el título de la obra (tomado literalmente de un discurso de Xi Jinping adviritiendo a los protestantes de Hong Kong durante los violentos enfrentamientos en el verano de 2019), es un homenaje al activismo político y a movimientos sociales y de protesta generados en los últimos años que, sin duda, han afectado a generaciones más jóvenes.