ROMPIENDO EL HIELO
El Festival de Otoño de Madrid ha programado tres espectáculos de Quim Girón, director de Animal Religion. Quisimos saber sus motivaciones para cada uno y esto es lo que nos ha contado…
Texto_OMAR KHAN Fotos_MAY ZIRKUS / MARTÍ ALBESA
Madrid, 12 de noviembre de 2022
Se ha fijado el Festival de Otoño de Madrid, celebrando sus 40 años estos días, en la efervescente escena catalana de circo y, muy especialmente, ha querido colocar el acento en Quim Girón, una de las figuras más destacadas de este movimiento, quien presentará tres propuestas muy distintas entre sí que hablan de sus inquietudes y motivaciones. Es así como bajo la sombrilla de su compañía, Animal Religion, estrenará aquí el unipersonal Ahir (Ayer, en la foto), una reflexión sobre el tiempo, que se verá en los Teatros del Canal los días 16 y 17 de noviembre, y luego está la creación … y las ideas vuelan, su incursión en espectáculos para bebés, que el día 18 tendrá doble función en La Cabrera Centro Comarcal de Humanidades Sierra Norte y ya fuera de la compañía, su alianza con la coreógrafa cyborg Moon Ribas, con quien ha creado Fenómeno, un delirio de hielo y agua que se ha presentado ayer en la Sala Cuarta Pared, con función adicional esta noche.
“Animal Religion nació hace una década con la idea de crear nuevos lenguajes y formas para el circo. Siempre decimos que no trabajamos con animales sino con el propósito de despertar el instinto animal. Esta idea fue el centro de los primeros trabajos de la compañía pero de alguna manera ha perdurado a lo largo de estos diez años”, nos relata Girón, acróbata especializado en la vertical, que se formó en la muy prestigiosa Universidad de Danza y Circo de Estocolmo y ha desarrollado un vocabulario particular desde su propia agrupación barcelonesa, que desde 2017 es liderada por un triunvirato que corresponde a cuerpo, luz y sonido, los tres pilares de sus creaciones recientes. Él aporta el cuerpo, Joan Cot Ros se encarga del espacio sonoro y Joana Serra del diseño lumínico.
Se cuida mucho de que ninguno de estos tres elementos esté supeditado al otro sino que formen un todo en igualdad de condiciones, como se podrá verificar en la muy sorprendente Ahir, una propuesta visual de gran calibre que se hace preguntas sobre los enigmas del tiempo. “Siempre advierto a los que esperan grandes acrobacias que mucho riesgo no hay”, dice de esta creación que ha sido producida y estrenada en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) el año pasado. “Es un trabajo biográfico sobre mi pasado en el circo y lo más arriesgado es que por vez primera hablo. Hay quince minutos de diálogo, un texto muy personal que es una reflexión filosófica sobre el tiempo, los planetas, la sensación del tiempo en el espacio, sobre lo que pienso y lo que le digo a mis gallinas, porque tengo gallinas en casa”.
Recientemente ha sido padre Quim Girón. Ha tenido un hijo con Moon Ribas, justamente, y ese acontecimiento personal quizá haya sido detonante para …y las ideas vuelan. “La compañía se abre ahora hacia otro tipo de audiencia, la de la primera infancia. Es un universo nuevo pero sorprendente. Se puede innovar en las artes escénicas con trabajos para bebés porque son un público con grandes capacidades, tienen intuición y `pensamiento abstracto”.
Fenómenos escénicos
Otra cosa es Fenómeno (en la foto), dueto a un tiempo sólido, líquido y gaseoso, que fue estrenado el año pasado en el Festival Grec de Barcelona, en plena crisis pandémica. La obra nace de la suma de necesidades expresivas de Girón y Ribas. Él quería romper con una regla básica del circo: tener el control, y ella andaba buscando formas de crear obras que no aludieran a la naturaleza sino que permitieran su participación directa en la escena. De hecho, su investigación más célebre quedó desplegada en Waiting for Earthquakes, en la que el implante de sensores en su cuerpo le permitían percibir en tiempo real el movimiento de la corteza terrestre, lo que implicaba llevar los terremotos encima. “En este caso la Tierra misma era la coreógrafa, siempre me he interesado por intentar introducir cosas no humanas en contextos artísticos”, nos explica esta coreógrafa vanguardista de Mataró.
“Empezamos con un escenario limpio que va avanzando hacia el caos, donde vemos al agua pasar por sus tres estados: sólido, líquido y gaseoso”, prosigue Girón. “Acabamos con la lluvia, que es sinónimo de vida, renacer, naturaleza… hemos querido pintar paisajes poéticos sin texto”. Bloques desafiantes de hielo, cubitos y placas gélidas, trozos que se derriten ante nuestros ojos, gas expandido que produce efectos visuales de enorme belleza y agua que destila por sus cuerpos y todo el escenario, definen las coordenadas de esta performance lúdica y fría, que introduce la temperatura como factor escénico.
Pero estos tres espectáculos recientes ya están de gira, han rodado y terminado su ciclo y la cabeza del tándem Girón/Ribas ya está maquinando un nuevo reto. “Ahora preparamos Rebaño Sinfónico, una pieza inspirada en el movimiento gregario y la novedad es que abandonamos el teatro y lo intentamos en el espacio urbano. Cada espectador llevará altavoces desde donde salen los sonidos de la pieza y dependiendo de dónde se coloquen cambia la percepción sonora del todo. Serán como cencerros electrónicos”, nos adelantan sobre su nueva creación que tendrá estreno en Cataluña el próximo año.
