UN PÁJARO DE FUEGO SOBREVUELA COSLADA
Juan de Torres estrena su versión de la obra de Stravinsky en colorido 3D para todo público. Será este sábado en el Teatro Muncipal de Coslada, donde reside. Nos ha contado sus motivaciones…
Texto_OMAR KHAN Foto_PEDRO ARNAY
Madrid, 26 de octubre de 2022
Lo fascinante de El pájaro de fuego, de Igor Stravinsky, es que fue el primer ballet que compuso para Los Ballets Rusos. Era muy joven, no demasiado conocido y suponía una gran oportunidad. Cierto es que sería más recordado por trabajos posteriores para la misma compañía, especialmente La consagración de la primavera, compuesta cuando era ya una celebridad, pero en esta primera obra, una fantasía estrenada en la Ópera de París en 1910 e ideada por el coreógrafo Michel Fokine, consiguió una irrepetible alegoría musical sobre el fantástico protagonista, ese ser mitad mujer, mitad ave con plumaje de oro y fuego, que simboliza esperanza y cambio.
Desde entonces y hasta hoy son muchas las versiones que se han hecho y este sábado 29 de octubre en el Teatro Municipal de Coslada, donde reside desde hace más de 20 años, la compañía madrileña Larumbe Danza estrenará la suya, que como distintivo cuenta con proyecciones en 3D, un recurso que seguramente hubiese fascinado y enloquecido a Diáguilev. En versión para público familiar, El pájaro de fuego 3D da continuidad a una línea de trabajo emprendida por Juan de Torres desde Larumbe, una exitosa vertiente de espectáculos para público familiar que ha encontrado en la danza para ser vista con gafas tridimensionales un eficaz camino de comunicación con los adolescentes, aunque sean creaciones para todos, niños y adultos incluidos.
¿Hay alguna relación entre su nueva creación y el clásico de Los Ballets Rusos de Diáguilev?
Solamente he conservado la música original de Stravinsky pero para el guion me he alejado por completo. A partir de esta partitura me surgían otras inquietudes. Siempre intento analizar la condición humana en mis creaciones, especialmente si es como en este caso, que quiero dirigirme a un público adolescente. Me interesa que alguien con poca experiencia en ver danza quede atrapado por las imágenes y la propuesta visual pero que, al mismo tiempo, uno con más experiencia pueda descubrir planteamientos más profundos.
¿Y con qué nos encontraremos entonces?
Ubico la acción en una sociedad muy gris y automatizada hasta que una de sus habitantes encuentra un cubo, que es el equivalente al pájaro del ballet original, que despliega color sobre la escena. La idea es que ese cubo es su color interior reprimido por ella misma y por imposición social. Viene a representar todo eso que contenemos y no dejamos que aflore porque el hecho de que salga supone conflictos… hay en la obra hay una voluntad de dialogo con espectadores de la pubertad hacia arriba, de plantearles preguntas, buscar opiniones y al mismo tiempo ofrecer una propuesta formalmente bella que se vale de las nuevas tecnologías. El 3D ha demostrado ser un recurso muy eficaz para conectar con un público joven.
Ya lleva cuatro producciones usándolo ¿ha ido evolucionando con cada título?
Sí. Va evolucionando, vamos creciendo. Este trabajo lo hago con el mismo equipo con el que hice Ballenas Historias de Gigantes, que fue la primera en 3D, en 2014. Y es ya la cuarta pero en cada caso usamos el recurso con distintas finalidades. Esta vez no quería la reproducción de cosas concretas ni paisajes determinados como en El lago de los cisnes 3D. Hice una investigación profunda en formas abstractas, imágenes psicológicas que conducen a estados de ánimo y cuidé que se propiciara un diálogo entre danza y tecnología
¿Resulta caro montar un espectáculo así?
No somos una factoría, somos una pequeña estructura artesanal y estoy muy orgulloso de que así sea, pero es extraordinariamente caro para una compañía como la nuestra. Partimos del estreno en números rojos pero la angustia que acompaña a cada producción es la otra cara de la moneda y yo tengo esta faceta donquijotesca y moriré con las botas puestas. No puedo hacer una creación desde mi realidad y lo que hago es acercarme lo más que pueda a la idea que ha surgido en mí.