SER INFELIZ SIN DRAMA
‘Stand by’ se presenta hasta mañana en El Curro DT, Espacio Escénico. Alberto García y Violeta Frión nos explican cómo funciona este veterano espacio alternativo de Chueca, en Madrid. Léelo…
Texto_MARÍA JOSÉ RUIZ Foto_MIGUEL ÁNGEL GARCÍA
Madrid, 06 de mayo de 2022
“No tenemos la necesidad de caerle bien a un programador para que nos programe y eso es un lujo faraónico”, nos aseguraba el creador, bailarín y gestor mexicano Alberto García, en la sede de El Curro DT, su espacio escénico de Chueca, en el corazón de Madrid, donde hasta mañana se estará presentando un nuevo adelanto de Stand By, pieza de largo proceso creativo ideada e interpretada a seis manos junto a Violeta Frión, codirectora de El Curro, y Carlos A. Alonso, que es ejemplar del modelo colaborativo de esta casa. “Nosotros no estamos en ningún mercado, nunca lo hemos estado. Hay mucho reconocible en la manera de estructurar, pero a nivel estético se trata de materiales muy eclécticos. Siempre hemos tenido este teatro, muy pronto dejamos de tener esa barrera técnica. Nosotros hemos dado al play desde el inicio de los tiempos”.
Para ser exactos, 1996 es la fecha del inicio de los tiempos, y desde entonces contabilizan más 2.200 representaciones que abarcan alrededor de 15 obras, 45 trabajos escénicos, 12 colaboraciones y 24 montajes para formación, que se han visto ampliados desde 2017, cuando aceptaron también la gestión del Teatro Pradillo, sala emblemática de la escena alternativa de la capital.
El Curro DT ha generado un modelo de gestión, funcionamiento y creación inusual, sustentado en libertad e independencia. Para ellos, un trabajo en proceso no es simplemente la investigación previa a un estreno. Stand By, que tuvo su origen en 2013, es un buen ejemplo de cómo funcionan. “Consideramos que está en proceso muchísimos años si es necesario. Normalmente necesitamos que hayan pasado más de veinte funciones, pues son los espectadores los que van a terminar de empujar la obra”. A lo que Violeta Frión añade: ““En el momento en el que al cambiar elenco sigue funcionando y se sigue sosteniendo, para nosotras es una prueba de que el espectáculo ya está terminado”.
Estética curro
A lo largo de los años la forma en que programan la sala ha ido variando de acuerdo a las circunstancias y avances tecnológicos que se han ido desarrollando. “Lo que estamos haciendo ahora es convocar, porque nos podemos dar el lujo, tanto aquí como en Pradillo, de pagar a los creadores. La decisión estética intentamos que siga el criterio que tenemos nosotros puertas adentro y es que sea colectivo”, explica García.
Cabría preguntarse si con tantos procesos abiertos y tantas obras representadas existe un estilo curro, un modo escénico reconocible dentro de esa amplitud que es la danza teatro, a la que aluden las siglas dt. “Yo creo que para la gente que nos ha visto a lo largo del tiempo sí que somos reconocibles. Nunca hemos estado a la moda, siempre hemos sido anacrónicos, aunque a veces ha coincidido que estábamos haciendo más o menos lo mismo que el resto”, asegura ella. “Todo lo que tenemos de estilo es todo lo que tenemos de oficio, y es todo lo que tenemos que no es realmente brillante”, añade él.
Por lo demás, Stand by coincide con el extenso repertorio que atesoran en abordar situaciones puramente humanas, en este caso concreto a dar voz a la vulnerabilidad, a lo que significa ser infeliz, sin drama, dolor, ni miedo. Les interesaba particularmente en esta obra la gestión de las emociones en aquellos momentos en los que hay que dar una pausa para poder seguir adelante. En palabras de Frión, “se trata de una propuesta sobre la retención de los estados de ánimo en situaciones cotidianas: cómo lo que somos o lo que sentimos puede desaparecer supuestamente durante un tiempo. Lo hacemos a través de imágenes y sensaciones… no hay un diálogo, no hay un discurso comprensible o traducible en este sentido”, concluye.
