BLANCA LI NOS DESGLOSA EL MADRID EN DANZA
La creadora andaluza, directora de los Teatros del Canal, nos cuenta las claves de su festival madrileño, que ha empezado esta semana. No te lo pierdas…
Texto_OMAR KHAN Foto_PABLO REINOSO
Madrid, 01 de mayo de 2022
“Nunca me fío de mi criterio”, responde de inmediato la bailarina, coreógrafa y gestora andaluza Blanca Li cuando le preguntamos cómo se hizo la amplia y ecléctica selección de trabajos que conforman este año el Festival Madrid en Danza que, por segundo año bajo su dirección, empezó este mismo fin de semana y se extenderá hasta el 14 de junio en distintos municipios madrileños y en los Teatros del Canal, donde ella también lleva la dirección artística.
“Como público, tengo mi opinión, pero como programadora no. Aquí no vale esto no me gusta. A cada obra hay que verle el valor y la importancia, si encajará en el público, si es un artista o una compañía importante que nunca se ha visto en Madrid. Ver la calidad, si está bien hecho, qué temas toca, cómo los toca… tampoco me dejo llevar por las modas. Traigo calidad y me da igual si está o no de moda”. Ahora más extendido en el tiempo, el festival será un festín dancístico que contempla 26 espectáculos, entre los que se incluyen 13 estrenos absolutos, que se representarán repartidos entre teatros de 17 municipios.
El Festival Madrid en Danza 2022 despliega un auténtico abanico multidisciplinar de modos de ver y entender la danza, que abraza desde relevantes agrupaciones internacionales (Kibbutz esta misma semana, Pilobolus, Jo Strømgren, Cristal Pite y Kidd Pivot o Akram Khan) hasta trabajos de mediano formato procedentes de distintas comunidades autónomas (Daniel Abreu, Estévez y Paños, Dani Pannullo, Nova Galega de Danza, Pau Arán, Juan Carlos Avecilla, Thomas Noone) y obras de artistas emergentes de Madrid y otras ciudades del mundo (Ogmia, Siberia, Allan Falieri, Lisi Estarás, Faso Danse, Alan Lucien Øyen).
“En lo internacional”, nos avanza Blanca Li, “traemos nombres relevantes pero no tan conocidos aquí o por el contrario, esas grandes compañías históricas. En ese sentido, tenemos a Pilobolus (en la foto inferior) que celebra sus 50 años y traemos a Crystal Pite, la coreógrafa del momento, que vendrá con su compañía Kidd Pivot. Tenemos a Kibbutz, que es una compañía histórica de Israel pero también a Jo Strømgren, un creador noruego que es muy diferente, que trae otro lenguaje y otra manera de hacer danza. Además, presentaremos a un creador muy conocido como Akram Khan, que viene con su versión de El libro de la selva, que hemos coproducido. Me gusta enseñar al público lenguajes nuevos, que muestren la amplitud de la danza hoy”.
El Festival le ha permitido a Blanca Li dar parcialmente solución a una inquietud que ha tenido desde que el año pasado tomó las riendas, y es hacer del evento una ventana para las compañías nacionales a las que tanto les cuesta girar. En apoyo a esta idea, se generará dentro del festival un think tank (grupo de expertos) para debatir sobre qué mecanismos se pueden implementar para ayudar a las compañías a mover sus producciones. “Hay que buscar la manera de que las piezas tengan mayor recorrido y conseguir la gente de la danza pueda vivir de la danza. No nos pondremos a hablar de los problemas, que esos ya los conocemos y padecemos, sino a buscarle soluciones”.
En cuanto a la programación de espectáculos, ha querido ser lo más amplia posible. “Le resulta tan difícil a un coreógrafo gallego llegar a Madrid… así que quiero que el festival sea esa ventana para ellos. Por eso damos espacio a creadores como Thomas Noone, Pau Arán, Juan Carlos Avecilla, Estévez y Paños, la compañía Siberia o La Nova Galega de Danza. Y de Madrid, tendremos, por supuesto, a Daniel Abreu con un estreno, pero también a un creador joven como Alan Fallieri, que estrenamos su pieza cuando hizo residencia con nosotros en Canal, pero no la ha podido mover tanto”.
Agenda atiborrada
Ideas le sobran a Blanca Li. Tiempo no tanto. Entre llevar las directrices de Teatros del Canal, diseñar y poner en marcha el Festival Madrid en Danza, llevar la compleja agenda de su compañía en París y estrenar sus propias producciones, la vida se le va entre escenarios, ensayos, funciones, aviones, reuniones y contratiempos, pero hasta ahora puede con todo, a pesar de que la actividad de su agrupación es también frenética.
Su espectáculo multidisciplinar en 3D Le bal de París, tras su estreno madrileño, no ha dejado de girar. Estuvo en la capital francesa, segundo hogar de la creadora andaluza, y acaba de prorrogar sus funciones en el prestigioso Barbican Center, de Londres, antes llegar a Luxemburgo, Ginebra y volar a Asia.
Un éxito ha resultado también su novísima versión hip hop de Cascanueces, estrenada hace poco en el Festival Suresnes Cités Danses, en las afueras de París. “Lo iba a incluir en el ciclo Canal Street de danza urbana del Canal en mayo, pero es tan navideño tan navideño, que lo he dejado para fin de año. Esta es una producción de mi compañía que he montado con talento español exclusivamente. Era uno de los propósitos porque los franceses están sólidos, están ya bien posicionados, pero la escena urbana española no. Aquí todavía siguen bailando en la Plaza de Callao, y quería darles proyección. Hice un casting, trabajé con ellos, los llevé a Suresnes y ya tenemos 50 fechas en una potente gira francesa”.
Por si fuera poco, el Teatre El Liceu, de Barcelona, que acaba de anunciar su próxima temporada, ha desvelado que uno de sus títulos relevantes será Dido & Aeneas, de Purcell (del 17 al 21 de junio del año próximo), con coreografía de Blanca Li y dirección musical de William Christie quien, en directo junto a su agrupación Les Arts Florissants, acompañará a sus bailarines. “Es una ópera barroca en la que el peso lo tendrá la danza. Lo que es un lujo verdadero en este proyecto es poder trabajar con William Christie, tener su música en el escenario”, concluye Li (por ahora).