MUERE PATRICK DUPOND
El que fuera una de las estrellas más rutilantes y controvertidas del Ballet de la Ópera de París ha fallecido a los 61 años, víctima de “una terrible enfermedad”, según sus familiares. Lo recordamos…
Madrid, 5 de marzo de 2021
Ha muerto hoy, a los 61 años, víctima de una “terrible enfermedad” (según un comunicado de sus familiares) Patrick Dupond, una de las figuras más relevantes del Ballet de la Ópera de París de los años ochenta. Fue un bailarín extraordinario que alcanzó –al menos en Francia- una celebridad que trascendía el mundillo del ballet, una figura pública adorada y venerada por cientos de miles de verdaderos fanáticos. “Para complacer, para seducir, para entretener y encantar… tengo la sensación de nunca haber vivido excepto para eso” había declarado al rotativo francés Liberation, en el año 2000, en un momento de crisis personal.
Había nacido en París, en 1959, en el seno de una familia humilde. Intentando canalizar su hiperactividad, su madre probó suerte inscribiéndolo en judo y fútbol. Pero el deporte no estaba en su destino sino el ballet. Así lo percibió de inmediato Max Bozzoni, ex estrella de la Ópera de París, que lo llevó a esa casa cuando era profesor, y se convirtió en su maestro y mentor mientras vivió. Patrick Dupond, además de su talento natural, fue célebre por su carácter siempre impeedecible. No obstante, fue nombrado bailarín estrella en 1980, diez años después de su ingreso a la escuela.
Técnicamente dotado y con gran habilidad para la interpretación sedujo a coreógrafos tan reputados como Maurice Béjart, John Neumeier, Alvin Ailey, Twyla Tharp, Roland Petit y hasta Bob Wilson, quienes crearon obras en exclusiva para su lucimiento. Tomó el relevo de Nureyev en la dirección del más importante ballet parisino, de 1990 a 1995, pero siguió bailando allí hasta 1997, año en el que fue despedido por la nueva directiva de la casa, debido a su “insubordinación e indisciplina”, al haber aceptado ser jurado del Festival de Cine de Cannes sin comunicarlo a sus jefes.
En 2000, sufrió un accidente automovilístico tan terrible que los médicos predijeron que nunca más volvería a bailar. Pero con ayuda de Bozzoni, una vez más, consiguió volver a los escenarios aunque ya nunca como antes. En 2018 apareció como jurado del programa Dance with Stars, en la cadena francesa TF1. Durante los últimos años se había establecido en Soissons, donde apoyaba y guiaba en su crecimiento a jóvenes promesas del ballet.
El talento insolente, título de un viejo documental de televisión sobre su vida, parece resumir lo que fue su existencia en el mundo del ballet que, en su caso, se redujo casi en exclusiva al Ballet de la Ópera de París, institución que hoy que ha publicado un sentido comunicado en el que lamenta su desaparición.
En el vídeo, lo vemos en su momento de gloria, bailando el pas de deux de El Corsario, con Sylvie Guillem, en La Sorbonne, en 1984.