MUCHACHAS SIN SOMBRERO
Cuatro creadoras unen sus talentos para hablar en Mucha Muchacha de empoderamiento femenino. Su debut profesional será los días 17 y 18 de febrero en Conde Duque. Hablamos con dos de ellas…
Texto_OMAR KHAN Fotos_MARIO ZAMORA
Madrid, 14 de febrero de 2021
En 2018 cuatro estudiantes de danza española del Conservatorio Superior de Danza María de Ávila se graduaron presentando en el escenario del Centro Conde Duque, de Madrid, una pieza sin líder creada a ocho manos, que hablaba de empoderamiento y poderío de la mujer. La coreografía creció y ellas, que con este trabajo dejaron de ser estudiantes, también. Cosas de la vida, el mismo escenario acoge ahora el estreno de la versión revisada, madurada y ampliada, que supone el debut profesional en firme de Mucha Muchacha, que da nombre a la coreografía y también a este grupo que se lanza al ruedo los días 17 y 18 de febrero, en horario covid de 19.30.
Las murcianas Ana Botía y Marta Mármol, la almeriense Marina de Remedios y la mallorquina Belén Martí, a las que se ha sumado la italiana Chiara Mordeglia, en calidad de invitada, no son, no quieren ni aspiran ser las nuevas sinsombrero pero reconocen que estas mujeres han sido inspiración. Al inicio de todo, cuando Mucha Muchacha no era danza ni proyecto, las cuatro estudiantes de flamenco se conmovieron con el documental Las sinsombrero, de Serrana Torres y Tània Balló (2015), que resalta la aportación y participación femenina de este grupo de mujeres, todas artistas y pensadoras, a la Generación del 27, importante movimiento artístico que siempre se ha estudiado como un colectivo de hombres.
“Nos inspiramos pero no las representamos”, advierte Belén Martí. “De ellas y de lo que hicieron, quedamos nosotras”, interviene Marina de Remedios. “Queda su espíritu, ese interés por lo comunal, esa preocupación no solamente por lo artístico sino por la vida”. Mucha Muchacha no quiere contarnos la vida de ellas sino las suyas, la de jóvenes creadoras de nuestro tiempo que reconocen el avance pero entienden que no están ni a mitad del camino. “Hablamos desde nuestra voz y no la de nuestras madres, lo hacemos desde un lugar menos sufrido y más festivo”, aseguran.
Colectivo femenino
Empoderamiento, determinación, voz, participación, libertad y cooperación son términos con los que definen su propuesta. Son los mismos que, en los años 20, movilizaron a las sinsombrero, que abogaban por una sociedad más justa y equitativa con las mujeres. Y en esa misma línea apunta Mucha Muchacha Compañía que, en esta primera producción, funciona como un colectivo femenino en el que practican ese empoderamiento que predican en un espectáculo en el que ellas asumen todo: el sonido, porque música no hay, la danza, la dramaturgia, el concepto…
“La convivencia es la que nos lleva a la pieza. Somos muy diferentes entre nosotras pero juntas somos mejor”, apunta Belén Martí. “Crear una compañía de cuatro mujeres, trabajar de una manera más horizontal, aunque cada una tome sus roles… no hay en España referentes así”, reflexiona Marina de Remedios sobre el papel que quieren jugar en la escena contemporánea nacional.
Aunque vienen del flamenco, los referentes formales de Mucha Muchacha están, según confiesan, en compañías y artistas del flamenco más rupturista (Israel Galván, Rocío Molina, Andrés Marín…) pero también en propuestas alejadas de la danza española como las de La Veronal Juan Domínguez, Olga Soto o El Conde de Torrefiel.
“No se estimula al bailarín pensante, al bailarín activo”, reflexiona Belén Martí sobre lo que le enseñó el Conservatorio y lo que hay en la escena actual. “Soy una chica joven del siglo XXI y bailar todo el tiempo Castilla, de Albéniz, no conecta con mi yo. Hoy hay más herramientas, y es posible la contaminación con gente de teatro, de danza contemporánea, de otras disciplinas…” Marina de Remedios sentencia a forma de advertencia: “Lo que queremos contar con nuestro espectáculo, desde luego, no lo contamos desde una soleá”.