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RESISTENCIA JUVENIL

Tras el éxito de ‘Cowards’, Ángel Duran estrena mañana en el Mercat de les Flors su nueva creación ‘Monument’. Nos lo ha contado…

Texto_JUDIT GALLART Foto_PEP DURAN

Madrid, 12 de marzo de 2025

Le llovieron los premios hace poco más de un año en el 37º Certamen Coreográfico de Madrid con Cowards, una propuesta que buscaba cuestionar los mandatos de la (tóxica) masculinidad contemporánea, que le mereció también el codiciado Premio Max a Mejor Intérprete Masculino de Danza en su XXVII edición. Ahora, el joven creador catalán Ángel Duran se prepara para el estreno esta semana (desde mañana y hasta el 15) en el Mercat de les Flors de Monument que, inspirándose en los movimientos subculturales, explora la congregación de los individuos como forma de disidencia política. Su estreno se enmarca en el Festival Dansa Metropolitana ahora en curso.

“Mi deseo sería que, a través de la pieza, la gente pueda ver reflejado el espíritu de la juventud a través de cinco cuerpos que se celebran y se reivindican buscando soporte grupal para construir una identidad”, nos cuenta el creador sobre este trabajo en el que se entremezclan los lenguajes de las tribus urbanas, elementos de la cumbia e incluso algún que otro movimiento tiktokero con referencias clásicas en pinceladas como Delacroix, con el fin de escenificar el conflicto con la autoridad que se suele despertar en la transición de la niñez a la juventud.

“Creces pensando que eres capaz de todo y de repente surge una crisis al darte cuenta de que la vida no es el cuento que te habían contado, de que el sistema oprime más de lo que ayuda. Creo que ahí es cuando comienzas a querer diferenciarte y buscar la rebeldía”, una rebeldía juvenil que intenta el apoyo de sus semejantes en una pieza que pretende retratar el embellecimiento de la comunidad y su posterior fragmentación.

“El grupo nace, se reivindica y luego se atomiza. A medida que van madurando sus individuos, aparecen las individualidades y se van volviendo más fuertes dentro del grupo, con lo cual se va rompiendo esa unión, esa idealización del grupo como único ideal para dar paso a una auto-reafirmación más individualista de quién soy yo, creo que es ahí cuando comienza la edad más madura”, reflexiona este creador, bailarín y también actor, que se formó en Austria, estudió Arte y Diseño en la Universidad de Barcelona y bailó, entre otros, para Anton Lachky, en Bruselas, antes de formar Angel Duran Performing Arts.

Aunque es obvio que ha crecido y se ha hecho adulto, reconoce resistirse a abandonar su etapa de juventud. “Tengo un poquito de síndrome de Peter Pan”, confiesa, “y me niego bastante a abandonar esta etapa de la vida, me resisto a aquello hacia lo que el sistema parece que te quiere llevar, como a otra fase u otro objetivo vital”.