RITO PAGANO EN LA CATEDRAL DE CIUDAD RODRIGO
La compañía de David Vento inaugura mañana la Feria de Teatro de Castilla y León a las puertas de este templo, con su creación ‘De Neanderthal a Sapiens’. Nos lo ha contado…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 21 de agosto de 2023
Mañana (y pasado), a las 22.30, las puertas de la Catedral de Ciudad Rodrigo se abrirán lentas y solemnes mientras se escucha el imponente órgano que da inicio a De Neanderthal a Sapiens, un ritual escénico de aires tribales y futuristas a un tiempo, que elucubra sobre el género humano en una puesta en escena que se hace monumental en complicidad con el templo. La propuesta se expresa desde el break, la danza contemporánea, el circo, el teatro físico, la música en directo y el videomapping, que viste y trastoca la naturaleza religiosa de la Catedral para convertirla quizá en una extraña fortaleza del futuro.
Todo esto se fraguó en la cabeza del polifacético artista salmantino David Vento que, junto a su compañía de danza híbrida, el mágico hacer de Leola Multimedia y la aportación musical y presencial de Silberius de Ura, dejará inaugurada de esta forma espectacular la vigésimo sexta edición de la Feria de Teatro de Castilla y León, que ha seleccionado su creación para el arranque de su frenética oferta teatral, que se extenderá hasta el próximo 26 de agosto en distintos espacios de Ciudad Rodrigo.
“Está pensado para catedrales pero es más una reflexión desde la distancia, una visión del ser humano desde otra civilización, en la que quedan vestigios de nosotros, de lo que hemos sido, y en la que somos estudiados desde el misticismo”, advierte Vento que, además de director, aparecerá en escena manipulando el Aro Cyr, especialidad circense que domina. “Conecta con la ciencia ficción, se me viene a la cabeza lo que podría ocurrir con las sondas Voyager que, en los años setenta, lanzaron al espacio toda esta información sobre lo que somos como humanos”.
Al principio, Indala
La conexión de esta nueva propuesta con las dos anteriores de la joven compañía madrileña, los espectáculos Indala (de calle) y Neandhertal, resulta evidente, en tanto que forman parte de una trilogía y suponen una progresión en las ideas e investigaciones antropológicas que preocupan a David Vento, que de conocido breaker en competiciones fue escalando hacia el mundo escénico, al que ha llegado cargado con las herramientas que ha ido agregando por el camino.
La configuración de su lenguaje híbrido y contaminado supone la rentabilización de experiencias muy diversas pero en su formación, complementarias, que le han permitido asentar un lenguaje propio. “Yo empecé en danza muy joven en competiciones de breakers. Años más tarde, en 2004, empecé a vincularme con lo escénico cuando me uní a Circle of Trust, con quienes todavía colaboro. Fue mi primer contacto no exactamente con la danza expresiva pero sí con una danza que partía de una dramaturgia, que quería contar algo más allá de la danza misma. En 2008 vino la experiencia de trabajar para Circo del Sol, en la Expo de Zaragoza, que me cautivó y después trabajos para Dani Pannullo, Camille Hanson, incluso Rojas & Rodríguez. Me fascinaba ver cómo creaban, cómo dirigían”.
El sentido monumental de sus propuestas probablemente viene de trabajar para el Teatro Real, de Madrid, en distintas producciones de ópera, incluida la reciente Turandot, de Bob Wilson, un creador admirado del que ha estado muy cerca, participando en dos ocasiones en el Watermill Summer Program A Laboratory For Performance, el taller anual de verano que el destacado creador norteamericano ofrece en su centro de operaciones, en Nueva York.
Vento reconoce que ha sentido la receptividad hacia sus proyectos escénicos. A día de hoy y pese al tiempo congelado que supuso la pandemia, todas las piezas de su trilogía antropológica siguen girando. De hecho, la primera ellas, Indala, volverá ésta vez al Festival Gesto, de Torrelodones, el próximo 07 de septiembre y Neanderthal, la segunda, se verá en el Teatro Paco Rabal, de Madrid, el 16 del mes entrante.