TRIUNFÓ LA OSCURDIDAD EN MASDANZA
Un dueto holandés y un inquietante solo de China se alzaron anoche con los premios importantes del certamen canario, en el que también destacó el español Chey Jurado. Allí estuvimos y así vivimos su gala de premiados…
Texto_OMAR KHAN Fotos_JESÚS ROBISCO
Las Palmas, 16 de octubre de 2022
Representando a Holanda, el oscuro dueto False Memories (en la foto), creado y bailado por el vietnamita Tu Hoang y el japonés Hiro Murata, y el inquietante solo Shade, de Xingxing Gong & Hua Bai, bailado por Tian Chen, de Pekín, resultaron ganadores anoche de los primeros premios de coreografía y solos, respectivamente, en el 27 Masdanza, el certamen coreográfico canario que ha celebrado su segundo año en Las Palmas de Gran Canaria, tras dos décadas y media operando en Maspalomas. Siempre bajo la eficaz dirección artística de Natalia Medina y su equipo, el certamen, ahora alojado en el imponente Teatro Pérez Galdós, también galardonó los solos Raíz, de Chey Jurado, de Badajoz, y Code #9, de Macedonia del Norte, firmado por Alessandro Olia e Ivana Balabanova, quien lo bailó.
En cuanto a las obras grupales obtuvieron galardones en segundo y tercer premio, Voyage (Suiza / Taiwán), de Guang-Xuan Chen & Mei-Yun Lu y el dueto de Israel Breath With Me for a Moment, de Or Marin, bailado con solvencia por Uri Dicker & Tomer Giat. De Tel Aviv es también la elegante bailarina Ravid Abarbanel, que merecidamente se hizo con el Premio a Mejor Intérprete por su emotivo unipersonal Uprooted. El público, aquí siempre entusiasta, votó masivamente y ovacionó a rabiar el solo Shade, coincidiendo con el jurado internacional presidido este año por Cesc Casdesús, director del Festival Grec, de Barcelona, y optó también por el trabajo grupal Behind You, del italiano Adriano Bolognino.
Atmósferas enrarecidas
Los dos premios más relevantes del 27Masdanza coincidieron en la oscuridad, en sus pálpitos oscuros y acciones enigmáticas, aparte de la procedencia asiática de sus intérpretes, todos magníficos. False memories es un dueto denso y psicológico que enfrenta a estos dos [superlativos] bailarines en un tour-de-force de gran tensión. En la perfecta comunicación y sincronización milimétrica de los movimientos de sus dos bailarines reside buena parte de la eficacia de esta obra breve y contundente, que crea una atmósfera malsana para una suerte de duelo, en el que nunca se sabe si estos dos hombres se repelen o se imitan, se admiran o detestan. No menos siniestro se presenta Shade, solo inquietante, en el que la insólita bailarina Tian Chen se desdobla y transmuta, con apenas ayuda una chaqueta, en un ser amorfo, una fantasmagoría, una criatura ágil, veloz y nerviosa, a veces duplicada por su agigantada sombra o por momentos ennegrecida como un monstruo negro sobre fondo rojo.
Los segundos premios, en cambio, viraron hacia el ingenio, el solo, y hacia un definitivo lirismo, el dueto. El pacense Chey Jurado, único español en el palmarés, emigró al contemporáneo desde el hip hop, donde ha sido una estrella, y se le nota. Su unipersonal Raíz (en la foto) hace brotar ternura y empatía por este hombrecillo polvoriento que parece desvalido y resignado, balanceándose de un lado a otro y de adelante hacia atrás, mientras permanece atado a una plataforma giratoria. Ingeniosa es también Voyage, un dúo de movimientos cíclicos y lentos, en el que los pies de ella nunca pisan suelo, apoyada siempre sobre su pareja. Con verdadera delicadeza y estilo se enredan y desenredan en un una serena cascada de movimientos de enorme belleza formal.
Homoerótico, sugerente y en última instancia bello, el dueto masculino Breath With Me for a Moment, sorprendió por la originalidad de su propuesta, en la que dos hombres apenas vestidos, tocan una armónica al unísono como insuflándose aire y vida el uno al otro, en lo que parece un beso largo y dos cuerpos que se funden, obviamente necesitándose. Podría haber sido un reto físico y estaría bien pero lo que la hace extraordinaria es la sensibilidad y emoción que le otorgan Uri Dicker & Tomer Giat, sus dos estupendos intérpretes, que lo reconvierten así en un verdadero pas de deux de amor.