INSOMNIO
Será el próximo 26 de septiembre cuando Rafaela Carrasco estrene ‘Nocturna, arquitectura del insomnio’ en La Maestranza dentro de la Bienal de Flamenco de Sevilla. Quisimos saber lo que ha motivado este nuevo trabajo y esto es lo que nos ha contado...
Texto JUDIT GALLART Fotos_BEATRIX MOLNAR
Madrid, 21 de septiembre de 2022
Nocturna, arquitectura del insomnio es el nombre con el que Rafaela Carrasco (Sevilla, 1972) ha decidido bautizar a la última de sus creaciones, una pieza cuyo estreno absoluto tendrá lugar el próximo 26 de septiembre sobre el escenario del Teatro de la Maestranza como parte de la programación de la Bienal de Flamenco de Sevilla. “Nocturna es un viaje por el imaginario de una insomne a lo largo de toda una noche. Un viaje lleno de imágenes y evocaciones muy estéticas, pero también cargado de soledad”. La bailaora reconoce que sufre de periodos de insomnio cuando se encuentra inmersa en procesos creativos, pero son esos periodos de soledad, cuando todo el mundo duerme, los que le permiten trabajar mentalmente en sus obras. “He querido ser fiel a lo que ocurre en esos estados, las primeras horas de la noche suponen el tiempo en el que más imágenes me vienen a la cabeza, yo trabajo mucho a partir de imágenes”.
Dividida en tres partes, el comienzo de Nocturna viene cargado de esas imágenes evocadoras que aparecen en la cabeza de Carrasco durante las primeras horas de la noche. La segunda parte está compuesta por pequeñas piezas que aluden a los sueños cortos, insólitos, a las pesadillas que protagonizan seres extraños y con los que se encuentran familiarizados aquellos que se despiertan varias veces durante la noche. Finalmente, la tercera parte supone una oda al amanecer, un momento de espera a la llegada del sol cargado de celebración y que termina por conformar así la noche del insomne.
“El proceso creativo ha sido muy diferente al de cualquier otra de mis obras, normalmente trabajo de manera lineal, pero en este caso hemos ido creando pequeñas piezas que posteriormente he terminado armando como si de un puzle se tratase. Ha sido inquietante, pero el resultado es muy interesante”. Creado a partir del piano bajo la dirección de Pablo Martín Jones y Pablo Suarez junto al cante de Aitana Sánchez Gijón y en el que se entremezclan voces cantadas, flamencas, líricas e incluso la palabra, el mundo sonoro de Nocturna envuelve los movimientos de ocho bailarinas cuyas edades oscilan entre los 22 y los 50 años. “Tenia muchas ganas de volver a trabajar con mujeres, sobretodo con mujeres maduras, que tuvieran su propio lenguaje y su propio camino, pero también con jóvenes que pudieran aportar cierta frescura. Yo nunca hago audiciones, los artistas que conforman mis obras han sido escogidos a conciencia y, en este caso, ya conocía a casi todos”.
Ensayar la noche
El más que galardonado poeta y dramaturgo Álvaro Tato ha vuelto a colaborar junto a Carrasco una vez más en esta última producción. “Me entiende y me complementa muy bien, de alguna manera intelectualiza todo el trabajo práctico que nosotros hacemos y le da una cierta certeza de entendimiento a la parte practica”.
Hace tan solo unas semanas la bailaora tomó la iniciativa de presentar Nocturna en un ensayo abierto al público con el objetivo de poner a prueba la pieza antes de su estreno. “Las compañías privadas tenemos muchas limitaciones a la hora de probar cosas y equivocarnos durante el proceso de creación. Gracias al Teatro El Bosque (Madrid) tuvimos una residencia y pudimos ver cómo funcionaba la obra para poder hacerle pequeños retoques”.
Discípula de Matilde Coral y Mario Maya, la que fuera directora del Ballet Flamenco de Andalucía (2013-16) ha recordado con mucho cariño sus años al frente de esta institución y, aunque afirma que se encuentra muy contenta con el momento profesional en el que vive, no descarta el volver a estar al cargo de un proyecto como el mencionado. “Para mí supuso un tiempo de mucho aprendizaje, de locura profesional que me dio la oportunidad de ponerme a prueba en estas tesituras y poder crear en una compañía con un elenco mucho más grande del que podemos tener en las compañías privadas. Fue todo un regalo y me quedo especialmente con las relaciones humanas”, concluye.