SIEMPRE NOS QUEDARÁ OVIEDO
Coincidiendo con la movilización de refugiados ucranios, Scapino Ballet inaugura mañana el Festival de Danza del Teatro Campoamor con una propicia adaptación de la película ‘Casbalanca’. Te lo contamos…
Texto_ALBA ANZOLA
Madrid, 07 de marzo de 2022
Nadie lo podía haber previsto de esta forma pero la situación bélica en Ucrania ha hecho que el arranque mañana del Festival de Danza del Teatro Campoamor, de Oviedo, termine convertido en un homenaje a esos refugiados que ahora mismo salen desesperados y despavoridos de su país bombardeado. Porque la situación angustiante de los refugiados es el tema de Casablanca, la coreografía que Ed Wubbe, director de Scapino Ballet Rotterdam, presentará en el coliseo asturiano. Las circunstancias son otras pero el horror y la incertidumbre son los mismos.
“La película se ambienta en 1941 en Marrruecos, y reúne a un grupo de refugiados europeos que quiere huir a Estados Unidos, un país seguro fuera de la Europa dominada por los nazis”, relataba Wubbe al momento de su estreno holandés, en octubre de 2021. “Y es exactamente lo que seguimos viendo ahora, en 80 años nada de esto ha cambiado. Sigue habiendo gente oprimida y expulsada que termina en lugares donde no quieren estar, donde han de pasar mucho tiempo en campos de refugiados viviendo en la miseria”.
Wubbe se ha basado en la mítica película que Michael Curtiz rodó en 1942 e inmortalizó a Humphrey Bogart e Ingrid Bergman, usa la misma música del premiado filme y tiene referencias muy directas pero no se trata, ha explicado, de contar una película que ya todos conocemos. “La danza te da la posibilidad de contar más cosas en un movimiento que quince minutos de metraje, y esto es lo que he intentado trabajar con los bailarines: buscar mantener el conflicto, la tensión y la emoción pero siempre sabiendo que no estás rodando un filme”.
Con su escenario giratorio, su confianza en el gesto y un look retro que nos recuerda la estética de aquel Hollywood dorado, su Casablanca intenta reconstruir desde la danza la misma intensidad y emociones de la película que la inspira. Es una de las muchas facetas y modos de hacer de Ed Wubbe para Scapino Ballet Rotterdam, una compañía muy activa que además mantiene abierta una línea de creación, en la que jóvenes coreógrafos invitados trabajan para ellos, como Marcos Morau, de La Veronal (Cataluña), que les montó la exitosa Cathedral, en 2019, el mismo año que la compañía hizo su última visita a España, llevando al Festival Madrid en Danza un programa doble de creaciones de Wubbe.
Los orígenes mismos de Scapino Ballet están enraizados en las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en Holanda. Se fundó en 1945, justo al inicio de la depresión y tristeza de la posguerra, con la intención de “llevar alegría a los jóvenes holandeses”, lo que la convierte en la agrupación de danza más antigua de los Países Bajos. Ed Wubbe es su director artístico desde 1992.
El Festival de Danza de Oviedo se extenderá a lo largo de la temporada con la presentación de relevantes compañías nacionales e internacionales, destacando la visita en abril de los Ballets Jazz de Montreal, que bailarán en el Campoamor un homenaje a Leonard Cohen el día 20, y el Malandain Ballet Biarritz, que ofrecerá, el día 24, un programa dedicado a Stravinsky.
