JULIETA MORIRÁ EN VALLADOLID
Este fin de semana regresa al Teatro Calderón 'Romeo y Julieta', la coreografía más emblemática de Jean-Christophe Maillot para su compañía, Los Ballets de Montecarlo. Te lo contamos…
Texto_OMAR KHAN Foto_ALICE BLANGERO
Madrid, 19 de enero de 2021
Son muchas las razones que hacen de Romeo y Julieta la obra más emblemática y representativa de Los Ballets de Montecarlo como compañía y de su director artístico, Jean-Christophe Maillot, como creador. No se trata solamente de que sea la coreografía más difundida y representada de la agrupación monegasca, que la estrenó en 1996 y todavía hoy la sigue girando. De hecho, este fin de semana, del 21 al 23 de enero, volverá a representarse en el Teatro Calderón de Valladolid. Esa es la consecuencia.
La verdaderamente destacable es que en sus dos horas y media de duración están condensadas todas las claves y modos estilísticos que explican el éxito y ganada reputación de esta consolidada agrupación auspiciada por Carolina de Mónaco, que desde la llegada de Maillot, en 1993, ha ido enfrentado los grandes clásicos del repertorio académico alejándose de los convencionalismos, siempre desde la innovación y la originalidad, aunque también mantiene una línea de nueva creación y estrenos de coreógrafos invitados.
Maillot es un coreógrafo con alma de cineasta que gusta apropiarse de los grandes títulos del repertorio para llevarlos a un terreno en el que casi los convierte en trabajos autorales. Ninguna de sus adaptaciones imitan versiones coreográficas del pasado y tiene predilección por aproximarse más a los originales literarios que los inspiran. Especialmente, si se trata de Shakespeare, un autor por el que ha demostrado especial interés, llevando a su terreno obras suyas como El sueño de una noche de verano (Le Songe), La fierecilla domada o este Romeo y Julieta, en el que minimiza la rivalidad entre las familias, huyendo de las peleas callejeras medievales, y apuesta de manera decidida por el amor en estado bruto, centrándose principalmente en el de Julieta, explorando a fondo los sentimientos de una joven inocente que descubre el amor por vez primera y que pasa a ser protagonista casi absoluta. Durante muchos años, la musa de la compañía, Berenice Coppieters (hoy retirada) levantó ovaciones por todo el mundo con su profunda interpretacion de este personaje,, del que ya es indisociable.
En defensa de su enfoque, Maillot opta por una puesta en escena elegante y limpia, despojada de referencias y contexto, con ayuda de un colaborador habitual, el escenógrafo Ernest Pignon-Ernest que crea un espacio neutro pero bello y sugerente, en el que se desarrolla la acción. Acude a la misma partitura de Prokofiev que usan casi todas las versiones conocidas, y no desdibuja ni reinventa la historia. Por el contrario, el mérito consiste en mantenerse pegado al hilo argumental pero al mismo tiempo ir redimensionando y reconduciendo la historia hacia donde quiere llevarla. De forma tal, que el público ve correspondidas sus expectativas porque sigue reconociéndola pero a un tiempo, el coreógrafo le ubica en otro ángulo y se la muestra desde otra perspectiva, se la presenta de una forma inesperada. Así es el modus operandi de Maillot.
Adicionalmente, Les Ballets de Montecarlo presentarán nuevamente Romeo y Julieta, en la Fundación Baluarte, de Pamplona, el 24 de mayo de este año.