MUSAS CIBERNÉTICAS EN EL MUSEO DEL PRADO
Estrenó Muriel Romero su primera pieza para la CND que ahora dirige. Lo hizo con mujeres dentro del Festival Ellas crean el mismísimo Día de la Mujer. Allí estuvimos…
Texto_OMAR KHAN
Madrid, 08 de marzo de 2025, Día de la Mujer
El cielo gris, el frío y la lluvia incesante de este mediodía en Madrid parecían una metáfora de la amenaza real -muy real- que, inexplicable, hoy se cierne amenazante sobre derechos y conquistas de las mujeres. Pero el clima no impidió que salieran todas a plantar cara. Festivas y enardecidas a un mismo tiempo, circulaban por el Paseo del Prado debajo de un río de sombrillas de vivos colores que parecían rugir con las consignas y vítores de este día tan importante para todas ellas y (se supone) todos ellos.
Por encima de los turistas, el rugido flanqueaba las puertas siempre colapsadas del Museo del Prado sin pagar entrada hasta diseminarse en la muy emblemática y roja Sala de las Musas, donde también estaban ellas, las bailarinas de la Compañía Nacional de Danza (CND), una veintena larga que oficiaba un ritual de aires cibernéticos que, no obstante, recordaba unos tiempos pretéritos en los que el imaginario de los griegos reunía en una sala a sus diosas, todas mujeres, para reivindicar la naturaleza femenina de la creación y el poder que ellas entonces tenían sobre los humanos.
La performance, de apenas media hora, llamada Decimos verdades que parecen mentiras, estuvo abarrotada en su segunda y última función de la mañana, que tenía motivaciones múltiples. Ante todo, celebrar lo femenino en el Día de la Mujer, pero también suponía el arranque del tradicional programa Danza en los Museos, la sección dancística del Festival Ellas Crean, una cita reivindicativa sobre la mujer creadora que, como todos los años hace ya 21, reaparece con dirección general de Concha Hernández y curaduría de danza como es costumbre, de la coreógrafa Mey-Ling Bisogno. Pero es que, además, la ocasión también era especial porque se trataba de la primera coreografía que Muriel Romero, nueva directora artística del ente público, estrenaba con la CND.

Versatilidad
Los que hace apenas una semana vieron a la compañía bailando El Quijote en el Teatro Real, con mucha dificultad podrían identificar a estas bailarinas cyborg de hoy como intérpretes de la misma agrupación. Excelente noticia que nos confirma y corrobora que la versatilidad y la diversidad de lenguajes van a convivir en los próximos años dentro de la compañía.
Decimos verdades que parecen mentiras es deudora de las motivaciones y estética que han movido a Romero durante años dentro la que fue su propia agrupación, Instituto Stocos. Hurgar en el pensamiento del pasado (el título viene de unos versos cantados por las Musas del Helicón en el poema épico griego Teogonía de Hesíodo) para escenificar estampas futuristas ha sido una práctica escénica que reaparece aquí repotenciada por la gran cantidad de bailarinas ocupando el espacio. La música electrónica de Pablo Palacio, un partner habitual que también firma con Romero la concepción de la coreografía, contribuye con la atmósfera enrarecida y la estética cibernética de una pieza que conecta –o advierte quizá- sobre los peligrosos avances de la robótica, la inteligencia artificial que aspira a la perfección del pensamiento de los dioses y la creciente deshumanización.
Estática casi siempre, lo que además la conecta con la escultórica en una sala llena de esculturas, la pieza creada en exclusiva para Ellas crean discurre ceremoniosa y bella como un ritual, al unísono ancestral y futurista, que arrancó merecidas ovaciones. Terminada la performance, afuera seguía gris y lluvioso, pero la marea humana había avanzado dejando un reguero de significativos signos morados por todo el Paseo del Prado. El Día de la Mujer seguía su curso…






