TRES TITÁNICAS TITANAS
Sol Picó presenta este fin de semana en Teatros del Canal su propuesta ‘Titanas, el arte del encuentro’, en el que actúan tres veteranas bailarinas mayores de 55 años, ella incluida. Nos lo ha contado…
Texto_OMAR KHAN Fotos_FABIAN KRIESE
Madrid, 09 de febrero de 2024
“Yo tengo la culpa por meterme en estos berenjenales, con lo fácil que era coger a tres chavalas y montar una pieza”, nos comenta risueña, como siempre, la bailarina y coreógrafa valenciana Sol Picó sobre Titanas, el arte del encuentro, propuesta escénica de femenina dirección tripartita que, tras su éxito en Cataluña, llega mañana y pasado a la Sala Verde de los Teatros del Canal, en Madrid.
“Pero sabes qué pasa”, prosigue la famosa autora de Bésame el cactus, “que tengo ganas, llevo 34 espectáculos hechos y siempre intento crear mundos nuevos y diferentes, aunque me equivoque, porque para eso también estamos. Titanas ha sido un reto, un desafío de los gordos, pero artísticamente me veo en la necesidad de plantearme siempre ir más allá aunque, a veces, esa ansia signifique retroceder dos pasos… Claro que también podía quedarme dónde estoy, pero yo ya sé dónde estoy, eso sería lo fácil, y no puedo”.
Se refiere a las múltiples dificultades que supone un proceso colectivo entre tres titanas, artistas acostumbradas a ser líderes, que viven cada una en países diferentes, hacen danzas muy distintas entre sí y tienen usualmente una agenda en la que ya no cabe un alfiler. Charlotta Öfverholm es sueca, dirige su compañía Jus de la Vie desde 1995, y practica una danza teatro muy física e irónica, enfocada a dirigir a bailarines mayores de 45 años, dentro de un proyecto llamado Age on Stage. Anna Ventura Natsuki, de descendencia asiática, es catalana pero ha desarrollado su carrera en París. Bailó para Carlotta Ikeda, por lo que se ha enfocado en la danza butoh japonesa. Picó, que tiene sede en La Piconera, su espacio creativo de Barcelona, está celebrando este mismo año, los 30 de su compañía.
Reunión de titanas
“Esta reunión de señoras surge porque pensé que sería interesante contrastar la situación emocional y profesional de bailarinas como yo, que siguen activas a los 55 años, cómo relacionan sus cuerpos con la escena, cómo gestionan el trabajo… así que quise reunirme con estas dos artistas a las que no conocía de casi nada para generar un encuentro de tres mujeres, tres trayectorias y tres líderes. Al inicio, se trataba de la identidad de cada una, de cómo podíamos relacionarnos siendo tan opuestas… y todo eso sigue estando pero sobre todo se trata de una reivindicación de la madurez en escena. No lo decimos pero el hecho de hacerlo supone que nos da la gana seguir estando aquí y pensamos que todavía podemos estar, así que acostumbraros a mirarnos porque no nos vamos a ir tan pronto”.
Una novedad de Titanas es tecnológica. No hay iluminación en el sentido convencional sino que toda la luz procede de las proyecciones visuales en directo diseñadas por Milosh Luczynski, al tiempo que la música de Juidt Farrés, también en directo y acompañada por un coro de doce voces, crea la unidad y coherencia de toda la propuesta, en la que estas tres veteranas casi durante toda la representación con el rostro oculto, despliegan sus potentes capacidades físicas que aún llaman al asombro.
“Hay dos espectadores muy claros para esta propuesta. Están los del mundo de la danza, que probablemente echarán en falta más baile, algo que debo confesar, a mí me hubiese gustado llevar más lejos, pero luego está ese espectador que no es de este mundillo, al que le sorprenderá, mucho y gratamente, el hecho de ver a tres mujeres con una edad moviéndose así”.
No obstante, no es la primera vez que Sol Picó se embarca en un proceso colectivo como el de Titanas, pero admite que ésta vez fue mucho más complejo. “Cuando hice We Women (2015) para El Español reuní a cuatro mujeres de distintos continentes”, rememora, “pero fue distinto porque era yo la líder, y todas lo tenían clarísimo, pisaban por donde yo pisaba. Pero aquí todas éramos líderes, con una serie de compromisos con nuestros propios proyectos y resultaba difícil reunirse, entre que una está actuando no sé dónde y yo estaba rodando no sé qué, se hacía todo muy complicado. Ha sido un verdadero reto”.
