EL BNE BAILA CON EL PASADO POR DELANTE
La compañía que dirige Rubén Olmo celebra esta noche en el Teatro de la Zarzuela sus 45 años de existencia. Reflexionamos sobre el momento que vive el ente público…
Texto_OMAR KHAN Foto_MERCHE BURGOS
Madrid, 21 de diciembre de 2023
Hace apenas dos semanas, el Ballet Nacional de España (BNE) marcaba un hito y cruzaba un umbral sobre el escenario del Teatro de La Maestranza, de Sevilla. Con Afanador, la deslumbrante e insólita creación que les ha diseñado un ajeno a la danza española como Marcos Morau, director en Barcelona de su propia compañía La Veronal, la potente compañía estatal se posicionó definitivamente en un lugar de las vanguardias en el que antes no estaba. La pieza volverá a representarse en el Teatro Real, en febrero próximo.
Pero esta noche y mañana, en el Teatro de La Zarzuela, de Madrid, el BNE estará celebrando, con muchas razones para hacerlo, sus 45 años de existencia y, entre otras coreografías, bailará Danza y Tronío (1953), reivindicación de la Escuela Bolera de Mariemma, y el difícil, virtuoso y complejo Zapateado de Sarasate (1946), obra cumbre de Antonio, el bailarín.
Una compañía que, en apenas dos semanas pasa de bailar un delirio surrealista de nuestro tiempo a enfrentar con rigor y fidelidad dos clásicos inequívocos de la danza española de los años cincuenta, demuestra una versatilidad admirable que la coloca a un tiempo como testigo de pasado y heraldo de futuro. A ese punto ha llevado Rubén Olmo, actual director artístico, a este colectivo que hoy reafirma la capacidad mutante de la danza española, dueña de una infinidad de aristas y posibilidades de transformación.
La función aniversario tendrá como hilo conductor fragmentos del documental inédito Todo el pasado por delante, de los realizadores Emilio Belmonte y Luis Delgado, quienes han hecho una revisión audiovisual con abundantes testimonios de la historia y significados del Ballet Nacional de España.
El pasado en la pantalla y el presente en el escenario. Virtual y presencial. Ayer y hoy. Así aspira a ser esta función alejada de las galas típicas, en la que habrá un diálogo entre el documental y el momento escénico, y donde el BNE en directo exhibirá poderío en las mencionadas creaciones de Mariemma y Antonio, el bailarín, pero también en Vito de gracia, una reconstrucción del dueto que Antonio y Rosario, los chavalillos sevillanos, crearon para la película Hollywood Canteen (1944) y en la célebre Jota Aragón (1975), de Azorín. Desde luego, en contraste, estará la visión de presente y futuro de la compañía con El martinete (2021), de Miguel Ángel Corbacho y el estreno absoluto de Farruka, de Rubén Olmo. Feliz cumpleaños, BNE.