YERBABUENA YERBAGÜENA
La creadora y bailaora Eva Yerbabuena revisa su trayectoria en su nueva coreografía, que se podrá ver en Teatros del Canal, de Madrid, y el Teatro Barakaldo Antzokia, de País Vasco. Nos lo ha contado…
Texto_OMAR KHAN Fotos_ANA PALMA
Madrid, 04 de noviembre de 2023
Cuando la bailaora y creadora andaluza Eva Yerbabuena (Fráncfort, 1970) creó la coreografía para del espectáculo La garra y el ángel, en 1996, ya había despuntado bailando para, entre otros, Rafael Aguilar, Javier Latorre, Merche Esmeralda o Joaquín Cortés. Tras esta ópera prima, fundó su propia compañía y comenzó una trayectoria que ha acumulado títulos y giras sin parar. Ahora, la singular creadora hace un alto en el camino y vuelve la vista atrás. Yerbagüena, que se estrena mañana en Teatros del Canal en la culminación del Festival Suma Flamenca y prosigue camino el próximo 11 de noviembre en el Teatro Barakaldo Antzokia, en País Vasco, es una compilación de aquellos trabajos que han marcado su camino.
“Se trata de rescatar coreografías que han sido significativas en mi trayectoria, aunque siempre haya modificaciones y enlaces, pero lo que hemos hecho es disfrutar del argumento y del propio flamenco, volver a esos tarantos, granaínas y bulerías por soleá, que han sido referentes en mis propuestas anteriores”.
Los criterios para armar esta nueva compilación hecha de viejos trabajos, tienen mucho que ver con lo que al público ha gustado. “A mí me puede el respeto que le tengo al público. No hago más que pedirle a todos esos seres de luz que me protegen que me den la fuerza para poder compartir lo que siento, abrirme en canal con todos mis sentidos para llegar a la audiencia. Y no quiero que la gente trate de entender lo que hago, sino que lo sienta”.
Admite Yerbabuena que cada creación la ha hecho respondiendo a su estado anímico y situación del momento. “Que lo cotidiano y lo del día a día te afecte en lo creativo es inevitable, a menos que seas un ser que no sientes ni padeces”, dice convencida, pero al mismo tiempo reconoce que esas obras trascienden sus motivaciones y con el tiempo, cobran vida propia sobre el escenario. “Cuando vuelves a obras del pasado, más que reactivar, reivindicas. Ahora tienes una edad y otra forma de ver las cosas. Cuando eres joven buscas la fuerza física, la capacidad, y lo disfrutas pero es imposible llegar a este conocimiento que te da la madurez, a esta complicidad desarrollada con el público”.
Larga trayectoria
En todos estos años se han acumulado lo estrenos. Las temáticas, diversas, se alinean frente a la manera de entender y abordar el flamenco que tiene su hacedora. Eva, A cuatro voces, Santo y seña, Lluvia, Apariencias, Yerbabuena, Cuentos de azúcar o las más recientes Al igual que tú o Re(Fracción), forman parte fundamental de esa trayectoria. Muchas obras bailadas y creadas en solitario, otras tantas en colaboración. “Es maravilloso compartir porque delegas y el peso y las preocupaciones se hacen más llevaderos, pero siempre digo que lo más importante es respetar tus propias necesidades y eso es sagrado. Si lo que me apetece es estar sola, así lo hago, y si en un proyecto siento que hay espacio para otro, lo invito. Y ambas cosas son maravillosas pero cada una tiene sus pros y contras”.
Yerbagüena, título que siente que le traerá suerte, ha implicado revisitar el pasado y pensar en lo conquistado. La ocasión es propicia entonces para preguntarle si en este punto del camino se siente contenta y consolidada. “Yo siempre digo que me siento privilegiada porque me gusta mi trabajo, he hecho siempre lo que me gusta”, nos comenta. “Me siento realizada en muchos aspectos de la vida pero a veces temo perder esa niña que todos llevamos dentro. Siempre estoy creando e inventando pero no dejo de preguntarme para qué sirve si no tengo la posibilidad real de ejecutar todo esto que tengo en la cabeza, no solo por falta de tiempo sino también por medios, por dinero, porque no dispones de un teatro… carencias que hacen imposible concretar sueños. A veces siento la vida como El show de Truman, como si esto fuera un plató gigante y tú tratas de nadar a contracorriente para defender tus ideas y creencias”.
