AMÉRICA Y EUROPA
Joaquín de Luz, director de la CND, nos mostró la semana pasada su visión de Estados Unidos y, hasta éste domingo en el Teatro de la Zarzuela, la que tiene de Europa. Fuimos a ambos programas y esto nos pareció…
Fotos_ALBA MURIEL
Madrid, 20 de julio de 2023
AMÉRICA
Texto_OMAR KHAN
Un poco exagerado titular América un programa centrado en el repertorio del New York City Ballet. La danza norteamericana es mucho más amplia y diversificada. También son América creadores ya clásicos como Bill T. Jones o más jóvenes y arriesgados como Trajal Harrell. Dicho esto, no hay tampoco que desestimar la relevancia de las obras pertenecientes a esa institución mundial de la danza. Sin ir más lejos, son los que velan por mantener vivo el legado de Balanchine, de quien vimos la semana pasada con el elenco de nuestra CND Tchaikovsky Pas de Deux y su clásico Apollo, un título fundamental del creador, muy bien bailado aunque un poco carente de fuerza interior. También vimos en el Teatro de la Zarzuela un extracto de Nueve canciones de Sinatra, obra relevante del catálogo de la histórica coreógrafa neoyorquina Twyla Tharp, protagonizada con acierto y gracia por Joaquín de Luz (en la foto), director de la CND y diseñador de este programa, que obstinadamente insiste en trasvasar a la compañía española las obras del NYCB, donde en otro tiempo, él triunfó como bailarín estrella.
En esta misma órbita, asalta la duda de qué aporta realmente al repertorio de la CND una obra simpática pero sin más como el Barber Violin Concerto, firmada por Peter Martins, el que fuera director artístico de la compañía norteamericana desde 1990 hasta 2018, fecha en la que salió por la puerta trasera después haber sido denunciado por acoso sexual y abuso de poder por bailarines de la agrupación. Cierto es que un juzgado lo absolvió de los cargos pero la pregunta es cuán necesario, trascendental, importante e imprescindible era tener una obra suya en el repertorio de la CND, y que este señor haya sido invitado a venir y montar su creación con nuestra compañía estatal.
El hallazgo auténtico, la obra relevante del programa, fue Heatscape (foto inferior). No solamente porque se trata de una creación coral actual, ingeniosa, dinámica, atractiva y entretenida, que también, sino porque nos aproxima a Justin Peck, un creador que va cobrando relevancia internacional, posicionándose como el coreógrafo versátil que se mueve en un amplio rango que va desde el uso de la técnica clásica hasta el contemporáneo más desenfadado (como nos demostró The Times Are Racing, que trajo recientemente el NYCB en su visita al Teatro Real), con un currículo que se apunta un Tony, en 2018, por el revival del musical Carrousel y haber creado para el cine las coreografías para el remake de West Side Story firmado por Steven Spielberg. Este mismo año, Peck se convierte en coreógrafo residente del NYCB, un cargo hasta ahora prácticamente inexistente en el colectivo neoyorquino. Este sí que es un coreógrafo y una obra relevantes para conservar en el repertorio de la CND.
EUROPA
Texto_JUDIT GALLART
Esta semana ha llegado el turno de Europa, segunda parte del programa de la CND (que podrá verse hasta el próximo domingo 23 en La Zarzuela) que da comienzo con la elegancia que caracteriza a Bella Figura de Jirí Kylian seguida por la pieza más divertida de la noche: Sad Case, de Sol León y Paul Lightfoot, de sus tiempos vinculados al NDT holandés. Pero el momento más esperado de la noche tuvo lugar el martes pasado con el estreno de A tu vera, un trabajo creado por dos artistas tan opuestos como son el clásico Joaquín de Luz y la bailaora Sara Calero, pero que nace de la profunda admiración que sienten cada uno de sus autores hacia el estilo de danza dominado por el otro. Una pieza que fusiona el lenguaje del flamenco con el ballet más clásico acompasada por un cuarteto de cuerdas que acompaña a los bailarines desde el escenario.
Con una escenografía compuesta por cuatro cabinas de madera unidas a una escalera que parece concluir en el infinito y que es aprovechada por los intérpretes para columpiarse, ascendiendo por ella y volviendo a bajar, A tu vera nos regala un conjunto de escenas que dejan entrever a una ligerísima Calero cual bailarina clásica, aunque siempre lista para hacer temblar el suelo a golpe de tacón regulándolo mediante el toque de sus castañuelas. Meneando un tutú colosal aparece en escena la que podría ser una versión actual de Paquita taconeando sobre sus puntas mientras juega ágilmente con un sombrero andaluz antes de dar paso a un colorido dueto protagonizado por Calero y de Luz. Sin embargo, nos deja un sabor agridulce y es que los parámetros del flamenco y de la danza clásica han sido tan respetados que el resultado, más que una fusión, parece un intento forzado por diluir agua en aceite.
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