El llanto de Isolda
Después de su exitosa gira por la penísula llega al Auditorio de Tenerife y el Teatro Cuyás, de Las Palmas la adaptación de la ópera de Wagner a la danza emocionada de Joëlle Bouvier con el potente equipo de Ginebra
Texto_OMAR KHAN Foto_GREGORY BATARDON
La coreógrafa francesa Joëlle Bouvier, durante las dos décadas que funcionó su compañía L’Esquisse que dirigía junto a Regis Obadia en los ochenta, supo construir un lenguaje propio, un modo escénico y una estética perfectamente reconocibles que se identificaban con el boom de la danza contemporánea francesa de aquellos años. El tiempo ha pasado y, aunque ya no está al frente de ninguna agrupación, se ha mantenido como codiciada coreógrafa free-lance, preservando eso sí, su sello creativo en cada una de las muy distintas producciones que monta a prestigiosas compañías alrededor del mundo, siendo la última Odisseia para la Sao Paulo Dance Company. Antes de esta nueva creación, hizo dos producciones de gran formato para el Ballet del Gran Teatro de Ginebra que han gozado de éxito notable, especialmente en España: Romeo y Julieta, y la emocionada y emocionante Tristán e Isolda. Justamente, ésta última, una reinvención de la ópera que traslada al lenguaje de la danza la trágica epopeya wagneriana de amor imposible entre dos jóvenes y cándidos amantes, regresa a nuestro país para emprender breve gira por las islas canarias esta temporada. Se podrá ver los días 2 y 3 de febrero en el Auditorio de Tenerife y el 8 y 9 del mismo mes en el Teatro Cuyás, de Las Palmas.